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Había estando mirando el techo con interés. Las horas habían pasado y aún se encontraba en la cama a lado del cuerpo inerte de Stark.

Suspiro con cierto toque de tristeza, había querido conservar a su Omega pero su objetivo era claro. Su objetivo era la venganza.

Se había encargado de cada alfa con el que Tony se había revolcado. Strange, Quill, Wade, Pepper... Había dejado a lo último a esos dos como un capricho. Había adorado torturar a James, el alfa había gritado por clemencia y piedad mientras que cortaba cada parte de él, había disfrutado el sacar sus ojos y ver la sangre brotar de sus cuencas y al momento de decapitarlo... Se había sentido excitado al momento de imaginar lo que haría con Tony.

Rió al recordar aquello. James le había rogado por perdón, pero no, le había traicionado de la peor manera junto a su Omega a quien termino mantando casi al instante por lastima. Después de todo, Stark había sido su Omega destinado y vivió feliz en su falso matrimonio.

Nuevamente suspiro y se puso de lado para ver el cuerpo de Tony.

Recorrió con su mirada el cuerpo desnudo y marcado del Omega para acariciarlo levemente. Cada marca, chupetón o mordida posaba sobre su cuerpo... Le había dejado marcado y aunque su lado alfa se encontraba herido por haber perdido nuevamente a su Omega, no era motivo para parar.

Se acercó al cuerpo inerte, beso con ternura y cariño las mejillas aún húmedas por las lágrimas anteriores. Sonrió con tristeza al ver la mirada muerta y apagada de Tony y sin poder evitarlo, beso de manera lenta los labios de su Omega.

Suspiro añorado, había deseado volver besarlo, de volver a él aún después de la traición.

Sonrió al ver qué no le correspondía, le dejo un pequeño beso antes de acomodarlo en la cama y en ese preciso momento tocaron la puerta de su habitación.

— Alfa, los agentes de Shield han sido eliminados, solo dejamos con vida a la agente Romanoff, falcón y Thor.

Escucho la voz de Rumlow detrás de la puerta, abrazo el cuerpo de Tony para marcarlo con su aroma y arroparlo para levantarse por su uniforme.

Abrió con fuerza la puerta haciendo brincar levemente al beta que era su mejor agente.

— Los quiero fuera, sin heridas o golpes, los quiero lejos pero si vuelven... Eliminelos.

Ordenó con seriedad, a ellos le daría una oportunidad, después de todo ellos habían sido sus amigos en momentos difíciles.

A paso lento y con toda la tranquilidad del mundo, avanzo sobre los pasillos hasta llegar a una sala especial. Al momento de abrir miles de omegas a quienes había recogido y dado un hogar chillaron su nombre, aclamandolo y totalmente desnudos.

Mimo a uno que otro abriéndose paso y buscando al Omega que era su compañero.

Sonrió al verle con su pancita levemente abultada, era su primer cachorro con ese Omega que era su adoración, lo cuidaría ante todo y sobre todo.

Llegó hasta su Omega quien sonrojo al tenerle cerca. Sin importar estar rodeado de más omegas beso a su compañero que había escogido.

Le beso salvaje y duro haciéndole saber que le follaría frente de todos para que supieran que ese Omega era el líder de ellos.

— ¿Cómo está nuestro cachorro?

Pregunto serio y posando su mirada que volvía a estar escarlata. Beso el cuello de su ahora Omega quien suspiro encantado.

— Va muy bien, está creciendo cada día más, alfa.

Sonrió para asentir. Miro aquellos ojos achocolatados de su Omega, acaricio con suavidad su mejilla antes de volver a besarlo.

Ahora solo tenía que acabar con Shield, el mundo sería suyo, sus hijos vivirían en un mundo que el gobernará y pobre de aquel que se atreva a contradecirle.

Sintió al Omega bajo suyo removerse. Con cuidado lo cargo para ponerlo en una de las camas de la sala para empezar a prepararlo.

— Vamos a darle un espectáculo a los demás, pet.

El joven Omega castaño, a quien Tony una vez considero su hijo se abrió de piernas para él. Sonrió con locura al verle húmedo y casi chorreando, su miembro estaba nuevamente erecto ante el delicioso aroma a cerezas y miel que Peter había empezado a liberar y con cuidado entro en su Omega.

Ahora tenía lo que siempre quiso, su objetivo iba por buen camino así que solo podía disfrutar del pequeño cuerpo de su Omega.

HydraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora