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El beso había sido lindo y tierno, en algún momento de aquello había subido de nivel y ahora se encontraban comiendo la boca del otro.

El Omega gimió al sentir las manos de su alfa recorrer su espalda hasta su trasero que fue estrujado con violencia y rudeza mientras que la traviesa lengua del rubio lamía su glándula con gran deseo y lujuria.

Su cuerpo se sentía sensible al estar nuevamente con su amado, con su alfa... Con Steve.

Jadeo cuando sintió que se estaba desviando y trato de alejarse pero el alfa simplemente no le dio luz verde ante su acto.

Steve chupaba, lamía y marcaba el cuello en general del Omega, sus manos se apresuraron el romper el traje especial que Tony usaba cuando ocupaba del traje y estiró con excitación sus pezones para ir a morderlas y estirarlas con sus dientes.

Su Omega gemía y gritaba y eso le hacía sentir grande.

— Te extrañe...

El rubio sonrió ante el pequeño jadeo y siguió mordisqueando sus pezones hasta dejarlas rojos y erectos. Noto que el Omega había bajado de peso, bastante a decir verdad, se le notaba uno que otro hueso o cosquilla.

Sus manos recorrieron el pecho completo de Tony y fueron bajando hasta la parte baja del cuerpo contrario, acaricio sus muslos, piernas y trasero.

A pesar de todo ese tiempo, Stark seguía teniendo un buen culo

Nuevamente las apretó y le soltó un par de nalgadas haciendo que el Omega gimoteara.

Con eso, volteo con maestría el cuerpo de Stark para ir acostarlo en la cama que estaba en su habitación. Alzo el culo de Tony y separó ambas nalgas. Miro aquella rosa entradita que hace tanto tiempo no veía.

Con nostalgia, le empezo a dar lamidas y besos. Metía y sacaba su lengua que con tanta nostalgia volvía a estar al lugarcito que fue feliz.

Movió su lengua de un lado a otro, explorando aquella entrada que estaba más que húmeda y olorosa. Duro haciendo aquel beso negro que no hizo más que delirar al Omega para sacar su lengua y cambiarla por un par de dedos.

Sacaba y metía, de un lado a otro y en círculos haciendo sacar más de un grito en el castaño.

Gruñó al sentirse urgido, al momento de sacar sus dedos rió bajito al ver cómo el Omega movía su culo en modo de protesta que no duró mucho, pues había sacado su miembro más que dura, gruesa y con la punta roja por la excitación. Por su orificio, un ligero hilo de presemen empezaba a salir así que se tocó un poco antes de llamar a Stark.

— Ven aquí, Tony.

Sonrió al ver con pasos torpes y cuerpo tembloroso al Omega. Acercó su miembro al rostro del castaño quien entendió a la primera y empezó a devorar su verga. Le chupaba y lamía desde el tronco hasta la punta, profundo y corto. Gruñó al no sentirlo suficiente así que sin avisar, le agarro de la cuna y sin esperar, empezó a joderle la boca.

Metía su miembro hasta la garganta del Omega haciéndole sacar varios sonidos morbosos por el golpeteo de su verga y la saliva que escurría.

Miro con orgullo el rostro rojo y ojos lagrimosos del Omega.

Duro un par de minutos hasta que saco su miembro de la boca contraria. Miro como Stark respiraba agitado y con fuerza.

— Voltea.

Ordenó, miro como el Omega cumplía y le alzó nuevamente el culo para apreciarlo y acariciarlo con cuidado, noto sus manos marcadas y rió.

— ¿Q-qué pasa? ¿Porque... Te ríes?

Miro la extrañes en el rostro de Tony y sin contestar entro en una sola estocada en el Omega quien boqueo ante la intromisión inesperada.

Entro por completo y se acostó levemente sobre el cuerpo contrario mientras que le sujetaba de la cintura y hombros.

— Solo recuerdo... La última vez que te vi como la zorra que eres.

Murmuró contra el oído de Tony y sin dejarle responder empezó con las embestidas. Fuertes, duras y salvajes. Su pelvis chocaba duro contra el gran culo de Stark quién gemía y gritaba su nombre y casi delirando.

— ¿Te acuerdas de como Barnes te metía su polla en tu culo? ¿O de que Strange te follo en tu taller pensando Jarvis no grabó nada? ¿O de la vez que Pepper te cogió en tu oficina antes de tu dichosa junta?

Soltó con veneno y frío, sus caderas chocaban ante el culo de Stark mientras que recordaba el como descubrió que su Omega no era más que una puta de los alfas de su alrededor.

Rió nuevamente al verle perder la cordura y balbucear ante el placer que solo él podía darle. Con irá le agarro del cabello y jalandolo con fuerza hacia atrás, sonrió divertido al ver los ojos casi volteados del Omega y casi lagrimeando. Con eso en mente, movió sus caderas con más fuerza y rapidez.

— Yo soy el único alfa que te puede poner así, Stark. Ninguno de ellos ha hecho envolverte con el placer y lujuria, solo buscabas en ellos la misma sensación que solo yo puedo darte, pequeña puta.

Su sonrisa creció al sentir como el Omega estaba por correrse, le soltó más nalgadas haciéndole gritar.

— ¡N-no... No quiero correrme!

Lloriqueo el omega, soltó una risa para apegarse a este.

— Pídemelo como se debe, pequeña perra.

— ¡No quiero correrme, alfa!

Con eso, llevo la mano que sujetaba las caderas de Stark a su miembro listo para expulsar su semen, pero colocó un dedo sobre el orificio evitando el muy esperado orgasmo.

— ¡Alfa!

Aumento el movimiento de sus caderas, el sonido que provocaba el choque de su pelvis contra el culo de Stark le enloquecía a tan nivel de querer correrse.

Gruñó al momento de llenar con su espeso líquido al culo de Stark a quien liberó y soltó a grandes y gruesas tiras de semen contra las sábanas.

Era el momento perfecto así que le mordió en la glándula Omega haciendo que el castaño volviera a correrse. Su nudo se formó contra la entrada hinchada y caliente de Stark y saboreo el líquido metálico de la sangre de Tony.

Se quedaron un rato en esa posición antes de liberarlo y sonreír con orgullo.

— Eres mío, Stark. Eres mi puta hoy y siempre.

El Omega a muy cansancio volteo a verle. El alfa le sonrió con frialdad y locura para acercarse nuevamente a su oído.

— Hail Hydra.

Dijo antes de agarrar su escudo y degollar al Omega. Lo último que pudo ver en su mirada no fue más que miedo y amor... Un amor que él ya había dejado de sentir hace mucho.

HydraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora