3

124 14 0
                                    

Advertencia del capitulo: Infidelidad +18

El deseo es un sentimiento humano, eso no lo podía negar.
 
Ver como varios alfas aun iban tras de su trasero era excitante, se sentía en la cima aun cuando estaba casado con Rogers no podía negar que aun sentía deseos por otros alfas que no hacía más que satisfacerlo cuando su querido rubio estaba de misión en misión.

No negaría que al principio se sintió mal al ser infiel, había decidido dejar esa mala vida en el pasado ya que su presente y futuro era Rogers. Ese hermoso y sexy alfa que le hacía explorar de placer en el sexo, que le cumplía sus caprichos y que casi siempre le rogaba por tener un cachorro...

¿Un cachorro? No señor, eso si que no. No se arriesgaría a perder su figura con un embarazo que no era más que un capricho de su alfa. Si no engordaba con sus adoradas y preciadas donas y comida chatarra, con un embarazo si lo haría.

Quería disfrutar de su vida de casado, de los penes que venían e iban cada vez que el pasaba, amaba ser llenado y anudado cuando Steve no estaba y de ser dominado por alfas con quienes follaba en su cama que compartía con su esposo.

Pero todo cambio cuando llego Barnes. Ese alfa coqueto y guapo que no hacía más que excitarlo cuando Steve estaba presente. Aun recuerda la mamada que este le había dado cuando estaba en vídeo llamada con su alfa.

James se había quedado un tiempo en la torre, recién había llegado de Wakanda y Steve debía ir a una misión con Wanda y Sam a Nueva Bretaña así que se había quedado a solas con el soldado del invierno.

Todo iba bien, habían desayunado juntos y de platica a platica llegaron a la sala de conferencias entre tropiezos y besos ardientes que le sacaba gemidos y su entrada chorreaba a montones por ser besado tan salvajemente, ser tocado con violencia y necesidad le hacía ser deseado. 

Gemía y jadeaba ante los besos de James en su cuello mientras que las manos del alfa masajeaban con fuerza su trasero.

Dios, quería que se lo jodiera de una puta buena vez.

Pero sus planes se vieron interrumpidos cuando Friday le aviso de la llamada de Steve. Gruño molesto por ser interrumpido para empujar al alfa e irse a sentar a tomar aire y calmar su agitamiento al igual que su sonrojo. Oculto los chupetones que Barnes le había dejado en su cuello con su saco y con su típica sonrisa atendió la llamada de su esposo.

Vio al cabrón tan calmado y animado que le hizo enojar, quería gritarle que estaba a punto de ser cogido por su amigo si tan solo no hubiera sido interrumpido.

Sonrió con ternura y lujuria que supo esconder muy bien cuando su rubio le pregunto por su mejor amigo y con una sonrisa que podía engañar a cualquiera le dijo que James se encontraba en su habitación. Estaba escuchando de forma "atenta" lo que su alfa le decía pero no pudo evitar gruñir levemente cuando vio al alfa castaño entre sus piernas, bajando el cierre de su pantalón y sacando su miembro todo despierto y palpitante.
 
— ¿Tony?

— E-estoy bien... Solo que... Me he sentido un poco mal...

Explico mientras que se mordía la lengua para no sacar un fuerte gemido al sentir como James lamía de arriba a bajo su pene que pedía más y más atención. La boca del alfa era perfecta, tanto que le hacía sacar suspiros que engañaba con solo decir que había calor.

En el resto de la llamada, hizo fuerza sobrehumana para no gemir, para no colgar y tirarse contra Barnes. Sentía como el alfa se deshacía de sus pantalones y bóxer para colocar sus piernas a un costado de la silla, se doblo un poco para dejar a la vista su muy necesitada y mojada entrada que pedía por ser llenado por un pene y llenada de semen.

HydraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora