Linda Aprendiz [hantengu x tu]

Capitulo XVll(17)

Era el amanecer del tercer día por suerte te habías encontrado un lugar donde descansar. El lugar era un árbol de tronco grueso además de tener una sombra estupenda era lo que necesitabas por lo menos para comer... si pues mi Sekido te había puesto refrigerio para que no murieras de hambre.

sacaste unos dangos de tu pequeña bolsita que te habían dado para comerlo tranquila, pero antes habías dejado la lanza a un lado, claro muy cerca de ti por si acaso. Al meterte un bocado en tu boca saboreaste  el alimento, así mismo recordado las palabras de mami Sekido.

~Recuerdo de  _______~

-Tienes que comer algo, por que si no te mata un demonio, podrías morir de hambre, con lo tragona que eres-

-Si yo también te quiero mami luchona- 

ante el apodo que le llamaste sekido te dio un sape el cual te quejaste.

~final del recuerdo~

Aun te seguía doliendo la cabeza pero reíste al recordar como viste las mejías de Sekido  sonrojadas, y las risa de los demás incluyendo al del abuelo  Hantengu. seguiste disgustando tu comida y recordando las cosas que viviste con los chicos y  el abuelo Hantengu... después de todo ellos eran como una familia para ti y eso te dama ánimos de seguir, aunque había noches donde no podías dormir por el hecho de sobre pensar, que no fuiste capaz de salvar a tu familia y al final terminar llorando de la impotencia que sentías, pues quiera se o no siempre fingías estar bien y una sonrisa pero en el fondo morías de rabia que se acumulaba dentro de ti.

sentiste como unas gotas del cielo cayeron en tu rostro resbalándose por tu piel, guardaste las cosas, subiste al árbol con agilidad y te escondiste entre sus robustas ramas, después de todo era un lugar de lleno de demonios, así que no tenias que confiarte ni de chiste...

La oscuridad de la noche abrazaba aquel bosque, dándole un toque tenebroso y dándole la oportunidad de salir a esas criaturas horribles. las cuales en este momento te habías topado con tres demonios, era asquerosos ante tu vista llenos de baba, simplemente asquerosos.

-Segunda postura: Luna morgania-

En menos de unos segundos de decir las palabras las cabezas de los demonios cayeron al suelo desapareciendo en si, y seguiste con el camino y el único objetivo en tu mente que era <<salir viva y completa de ahí>>. Seguí caminando hasta que me tope con uno de los participantes que iba corriendo como si el diablo le perseguía, a lo que me apresure a caminar de donde venía ya que el iba herido de la cabeza.

Abrí los ojos como platos al ver lo que tenia enfrente. No tenias palabras para describir lo que veías delante tuyo, claro estaque era un demonio pero no un simple demonio si no uno horrible de color verde, quizás mas de 3 metros de altura y poseía una masa enorme de carne, tanto que alrededor tenia manos y no se podía diferenciar si tenia cuello por esas manos que le caracterizaban.