Linda Aprendiz [hantengu x tu]

Capitulo XX (20)

~𝓡𝓮𝓬𝓾𝓮𝓻𝓭𝓸𝓼 𝓭𝓮 𝓵𝓪 𝓲𝓷𝓯𝓪𝓷𝓬𝓲𝓪 ~

Me encontraba en un bosque, mi vista se deleitaba al ver un árbol gigantesco de sakura, mi flor favorita  pero ese árbol lo reconoci al ver una cabaña muy pequeña atrás de él, pues era la casa donde vivíamos mi hermana y mi padre junto ami... Esa cabaña que apesar de tener momentos felices también tenía tristes recuerdo y uno de esos es cuando mi madre se fue de casa...

Pero antes de que digan que no pase una infancia tan bonita están equivocados, a pesar de que mi madre nos abandono, mi hermana y yo tuvimos un apoyo, mi padre el hombre el cual fue madre y padre al mismo tiempo, el hombre que no se fijo en ninguna mujer por cuidarnos a nosotras y darnos un buen futuro, el se encargaba de que no sintiéramos la falta del amor de una madre... pero no era al 100%, pues aunque tenía a mi padre mi yo de pequeña siempre miraba a las demás niñas de la misma edad verlas con sus madres... y dolía pero ahí estaba papá para alegrarnos el día...

Como aquel día ♡



Una pequeña niña se encontraba llorando bajo un gran árbol de sakura, el por qué?..

Como saben hay veces que los niños soy muy crueles entre ellos mismo, aunque para los adultos solo sea una "broma" para la pequeña alma atacada no lo toma así y su alma se entristece.

– ¿Por qué lloras pequeña nubesita?– dijo una voz masculina pero con un toque suave, mientras acariciaba la cabeza de la pequeña, la cual se encontraba con sus rodillas pegadas al pecho y escondiendo su cara. La pequeña levantó su rostro dejando ver que su naricita estaba roja y sus ojos amenzando por derramar una lágrimas saladas.

–P-papá–
Dijo en sollozo la pequeña

–Dime nubesita, por que lloras?–
Pregunto el adulto de nuevo a su pequeña hija.

–¿es verdad que mi mamá se fue por mi culpa?–
Dijo la pequeña niña con su voz entrecortada amenazando llorar otra vez.

–Sabes que no mi nubesita–
Esta vez el hombre se sentó a la par de ella y la cargo, dándole un abrazo como protección y consuelo.

–Es que... unos niños me dijeron que se fue por que yo no soy tu hija–
Y la pequeña niña rompió a llorar a mares en el regazo de tu amado padre, recordando tales comentarios de unos niños del pueblo. El psdre de la niña se le extrujo el corazón al verla llorar, verla tan frágil.

–No les prestes atención a esos niños–
Dijo su padre para acto seguido darle un beso en la mejilla

–O sino te comeré –
Dijo seguido de comentarle hacer cosquillas a la menor, la cual comenzó a reírse

–Papi, para–
Dijo en tres risas la pequeña

–No hasta que me digas que no les crees a esos niños!–

–No! No les creo!–
Dijo la pequeña entre risas, esa respuesta hizo que el padre se detuviera y la mirar a los ojos limpiando las lágrimas de las mejillas de la pequeña.

–Tu sabes que siempre seré tu papá, de ti y de tu hermana, yo no las dejaré si?"–

Dijo el hombre acariciando las mejillas rosadas de la pequeña, la cual le miraba con atención.