Nos encontrabamos en la ceremonia para elegir quienes iban a participar en el Torneo de los Tres Magos. Podía ver a Cedric muy feliz y emocionado, a punto de poner su nombre en el raro artefacto.
Los ojos de Cedric brillaban con determinación mientras observaba cómo el pergamino desaparecía en el resplandor del cáliz. Un instante de silencio tenso siguió a su acción, como si incluso el aire en el Gran Comedor aguantara la respiración. Entonces, con un estruendo repentino, el cáliz comenzó a emitir chispas azules y doradas, señalando que había aceptado su nombre. Un coro de aplausos y vítores estalló desde la mesa de Hufflepuff, y Cedric fue rodeado de felicitaciones y palmadas en la espalda de sus amigos. Sabía que el camino hacia el Torneo de los Tres Magos sería difícil, si es que el cáliz lo elegía, debía pasar por muchas pruebas muy complejas. Eso no le importaba, había querido eso desde hace mucho. Me lo había dicho.
Los gemelos habían tratado de poner sus nombres en el cáliz, tomando una poción para envejecer, ya que no tenían la edad suficiente. Cuando el cáliz negó el pergamino ambos salieron disparados de ahí y todos rieron, incluyendome.
Dos ancianos se me acercan y me hablan.
—De verdad creí que iba a funcionar —dice George con pesar.
—Yo igual... —agrega Fred.
No puedo evitar y comienzo a reírme a carcajadas.
Alrededor de nosotros, los estudiantes de Hogwarts, Durmstrang y Beauxbatons observaban con expectación. Las conversaciones se mezclaban en un murmullo constante, llenas de especulaciones sobre quiénes serían elegidos. Luna y yo estábamos de pie en un rincón, observando el espectáculo con una mezcla de nerviosismo y emoción.
La ceremonia continuó con otros estudiantes acercándose al cáliz para poner sus nombres. Viktor Krum, de Durmstrang, lo hizo con una actitud tranquila y segura, lo que provocó un suspiro colectivo entre las chicas de Hogwarts. Fleur Delacour, de Beauxbatons, lo hizo con una gracia y elegancia que parecía casi irreal.
Finalmente, Dumbledore se levantó para dar el último discurso antes de la selección. Su voz resonó por todo el Gran Comedor, llenando el espacio con una autoridad calmada y sabia.
—Esta noche, el cáliz de fuego elegirá a los campeones que representarán a sus escuelas en el Torneo de los Tres Magos. Este es un evento de gran honor y peligro, y aquellos que sean elegidos deben estar preparados para enfrentar desafíos más allá de lo común. Les deseo a todos la mejor de las suertes.
Con esas palabras, el Gran Comedor quedó en silencio, todos los ojos fijos en el cáliz. El fuego dentro de este se volvió más brillante, más intenso, y de repente, una llama azul se disparó hacia el techo, arrojando un trozo de pergamino al aire. Dumbledore lo atrapó con gracia y lo leyó en voz alta.
—El campeón de Durmstrang es... Viktor Krum.
Hubo una explosión de aplausos y vítores, especialmente de los estudiantes de Durmstrang. Viktor se levantó con una sonrisa apenas visible y se acercó a la mesa de los jueces.
El cáliz volvió a brillar intensamente y otra llama azul se disparó, arrojando otro trozo de pergamino.
—El campeón de Beauxbatons es... Fleur Delacour.
Los aplausos y vítores de Beauxbatons llenaron el comedor. Fleur se levantó con una gracia natural y se unió a Viktor frente a la mesa de los jueces.
Finalmente, el cáliz brilló por tercera vez, y la tensión en el aire era palpable. Todos los estudiantes de Hogwarts contenían el aliento, esperando el momento decisivo. Una llama azul se disparó y un tercer pergamino fue lanzado al aire.
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Promesa del amanecer «Theodore Nott»
FanfictionTheodore Nott y Alya Lestrange, dos chicos similares pero opuestos. Una promesa que podría romperse, o romperlos a ambos.