Solo por vos. - Mateo Palacios - Trueno.

47.

Mateo.

Dos meses pasaron desde ese feo cumpleaños de Maxine.

Hoy, jueves, cumpliamos un año de relación, yo estaba completamente nervioso, no se por qué.

Capaz por el hecho de que era muy probable que volvamos a tener relaciones después de tanto tiempo por el incidente de Marcos, o capaz por que ya un año de relación sentía que era mucho de relación, y eso me hacia feliz.

Respecto a Marcos, fuimos a denunciarlo, al ser menor de edad no podían meterlo a la cárcel, tampoco podian hacer nada xq supuestamente "No hubo testigos", pero con Maxine y Camilo le hicimos una banda de lios, hasta que determinaron que iban a darle una perimetral y tobillera.

Que honestamente, no es algo que nos tranquilice mucho, pero no creo que hagan mas y tendremos que conformarnos con eso.

Me daba muchisima bronca, por que aunque tenga una perimetral, sigue viniendo al colegio, entonces Maxine tiene que pasar varios recreos adentro por que el va a el patio, o se para apropósito afuera de nuestro aula para que Maxine no salga.

Es un hijo de remil puta.

Ana y Martina no se quedan atras, entre las dos varias veces me pidieron de hacer un trio,  cosa que yo me negué millones de veces.

Ellas decian que teniamos que hacerlo por que Maxine a mi me habia traicionado por permitirse tocar por Marcos, y yo, las mandaba a la mierda una y otra vez.

Maxine no tuvo la culpa de lo que le pasó, muchisimo menos se dejó tocar.

Hasta el dia de hoy nos costaba un poco tener relaciones por el simple hecho de que no queria hacer sentir incómoda a ella, entonces nunca terminabamos por cojer.

Apenas salimos de clase, fuimos a la casa de Maxine, mi viejo iba a buscar a Santino a el jardín para que nosotros podamos pasar todo el dia solos.

Apenas llegamos a la casa, Maxine se colgó de mis hombros para besarme tiernamente, haciendo puntitas de pie para llegar bien a mi altura.

—Feliz año amor. —Me besó con amor y cariño, en uno de esos besos llenos de felicidad y amor en su estado mas puro.

—Feliz año gordita. —Contesté después de ese largo beso, que correspondi con mucho gusto.

—Te tengo un regalo... —Habló con una sonrisa en la cara.

—¿Te puedo confesar algo antes de que me lo des?—Su sonrisa desaparecio.

—Si, obvio...¿Que pasa?—Preguntó confundida, con una cara de preocupación.

—Si quiero venir a vivir aca con vos gordita, oficialmente. —Acuné su cara en mis manos, admirando la sonrisa que iluminó su mirada.

—¿¡POSTA?! —Me preguntó emocionada, agarrando mis manos que estaban en sus cachetes.

—Posta. —Contesté seguro y sin dudar.

—¡Oyyyy! Te aaamooo —Habló extendiendo todas las vocales de la oración.

Se colgó de mi hombro mas todavia, saltando y enredando sus piernas en mi cadera, haciendo que yo por reflejo la agarre de los gluteos, evitando que caiga.