CAPÍTULO 3: SANDRA

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Todo lo siguiente ocurrió muy rápido, más de lo que me hubiera gustado. Jorge me estaba contando lo que le ocurrió a Diego ayer cuando estaba con él. Cuando Jorge y yo nos giramos hacía Diego, lo vimos tirado en el suelo, yo empecé a llorar y gritar desconsoladamente, Diego estaba diciendo cosas extrañas, por lo menos hablaba, eso era buena señal. Jorge al contrario a mí, se había quedado ahí quieto, pero no perplejo y paralizado por el miedo, si no tranquilo y como si aquello fuera normal, ¡de verdad qué no lo entiendo! Yo asustada, le dije a Jorge de llevarlo a la enfermería, y entre los dos lo llevamos como pudimos.

Una vez ahí, nos preguntaron que le había ocurrido, y le dijimos la verdad, que no lo sabíamos, que estábamos hablando y al girarnos nos lo habíamos encontrado así.

La enfermera y el otro hombre, un enfermero en prácticas al parecer, nos hicieron esperar fuera, ahí, no pude evitar inculparme de lo ocurrido, quizás si no hubiera sido tan cabezota y no hubiera obligado a Jorge a contármelo en ese momento, Diego seguiría ahí despierto, pues no lo hubiera perdido de vista, nunca lo hacía... Jorge por el contrario, parecía no pensar nada, parecía que estaba vacío por dentro, como si no tuviera sentimientos, como si alguien se los hubiera robado.

¿QUIÉN ERES? [INCOMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora