¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
En media oscuridad de un gimnasio una luz se encendía dejando ver a una joven de cabellos marrones con ojos de un intenso celeste siendo iluminada.
La música se comenzó a escuchar, dónde la joven seguía el ritmo con movimientos suaves y firmes, sosteniendo su cinta de color morado que seguía sus movimientos como si fueran uno solo. Quien se veía elegante, con el ritmo de la música aumentando y volviéndose más frenéticos sus movimientos, mostrando su dominación en el baile, era directa, hacia movimientos sin dudar y con mirada fría enfocada en el público.
Todo el mundo miraba como gobernaba en sus movimientos, dándose cuenta el porque su apodo "Emperatriz", quien gobierna en ese gimnasio y muestra en su mirada su superioridad ante todos.
Que seguía con movimientos fluidos, acrobacias y agresividad sin derramar una sola gota de sudor. Terminado con la cinta cayendo alrededor suyo, los aplausos se comenzaron a escuchar por todo el lugar sin parar.
Asiendo una leve reverencia para retirarse, ya estando fuera del circulo de luz y sin las miradas de la gente rompió el bastón de la cinta para tirarlo a la basura, yéndose sin más.
°•°•°•°
Caminabas tranquilamente por la calles de Miyagi, luego de irte a inscribir a las clases de gimnasia rítmica, lo detestabas sin dudar.
Cuando creías que te habías escapado de todo lo que este relacionado a ese deporte te cruzas con que tienes que volver.
Aun que era de esperarse, después de todo tu mamá no te iba a soltar nunca, como un pequeño animal que fue capturado en una jaula para que las personas lo vean...
Te encontrabas caminando cerca de un parque, veias como los niños jugaban con los demás. Ninguno se encontraba solo, hasta que giraste tu mirada a un gran árbol.
Dónde se encontraba un niño mirándolo, te diriguiste hacia él con curiosidad del porque miraba el árbol.
–¿Que pasa?– Pregunta, agachándose a la altura de éste.
–Mi balón se atoró en el arbol– Respondió señalando hacia arriba.
Entre unas ramas se encontraba atorado un balón de voley de colores azules y amarillos, fuera del alcance de los dos –Dejame ayudarte– Dije.
Me dirigí al árbol, saltando para alcanzar una rama fuerte y comenzar a subir, con la atenta mirada del niño. Al llegar al balón lo agarro para pasársela al niño.
–¡Gracias señorita!– Exclamó, con el balón en las manos.
Antes de que pudieras decir algo otra voz se escuchó a lo lejos, volteando a ver para encontrarse con un conocido.
–¡Takeruu!– Gritaba Oikawa, mientras se acercaba a su dirección.
Los dos chicos presentes hablaron entre ellos para que luego el niño la señalara, poniendo la nerviosa de que El gran rey la reconociera.
–Muchas gracias por ayudar a mi sobrino– Agradeció, con una sonrisa coqueta que no percibió.
–De nada, solo quería ayudar– Dije, para luego comenzar a bajar del árbol.
Ya estando por llegar al suelo siente unas manos posarse en su cintura para agarrarla, causadole un pequeño susto al tocar el suelo.
–No podría mirar y no ayudar a una chica tan hermosa–Coqueteo, recibiendo una cara de poker de esta.
–Lo siento, mi tío es un mujeriego– Se disculpo el niño llamado Takeru, dejando mal al mencionado.
Podré respetar a Oikawa en la cancha, pero fuera de esta es un idiota.
–Soy Oikawa Tooru, y el es mi sobrino Takeru– Se presentó, dejando su agarre para posicionarse alado del niño para presentarlo.
–Un placer, mi nombre es Nanaki Yokobi– Me presenté con el apellido de mi papá.
Así comenzando una charla en la que intentaba irme y el me seguía, siendo seguido por su sobrino que lo miraba molesto.
–hmh, teme haces parecida a alguien que conozco ¿Tienes algún hermano o primo aquí?– Pregunto mirándome atentamente.
–Tengo un hermano, está en el Karasuno– Respondí con la mentira de siempre.
–¡Lo sabía! Sabía que mis instintos no me fallarían– Hablo alegremente, para luego ser interrumpido.
–Dijiste que me ayudarías a practicar, pero ahora solo estás coqueteando con una chica– Hablo molesto su sobrino, mirándolo mal al igual que yo.
–Lo siento Takeru– Se disculpo para luego volver a voltear a verme–Lamento tener que dejarte sola, tal vez nos volvamos a ver– Me puso en las manos una pequeña hoja para luego alejarse al fin con Takeru.
Mire el papel que había puesto en mis manos, tenía un número de teléfono que seguro era de él.
Definitivamente no lo llamaría, esperaba no volver a verlo a menos que no sea en la cancha jugando un partido.
Continuo su paseo ahora dirigiendo a su casa, con su mente sumergida en la conversación Oikawa. Mirando el papel que le había dado anteriormente.
Debería comprarme un teléfono, sería útil tener el número de Hinata.
Terminó su día pensando en su amigo y con la idea de comprarse un celular.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Vuelvo luego de meses para dejarles este corto capitulo y volverme a ir 😃
Yokobi si tiene un celular, pero quiere uno que sea fuera de todo de su vida privada, más específicamente para Yobare.
Porfavor díganme cuando cometo horrores ortografícos 😿 ya que nunca me pongo a releer lo que escribo.