El Amigo Secreto de Harry

Capitulo 4

"Bueno, ahí estás, querido Harry." La señora Weasley sonrió mientras sacudía la camisa de Harry. Finalmente había logrado darle a Harry el corte de cabello que quería. La señora Weasley había estado encantada de recortar el pelo desgreñado de Harry, y ahora lucía como lo hacía normalmente, sobresaliendo por todas partes como si hubiera estado montando su escoba a través de una tormenta de viento. Ginny comentó que ahora lucía como siempre, antes de sonrojarse furiosamente y salir corriendo.

"Gracias, señora Weasley. Es perfecto". Harry sonrió mientras ella lo abrazaba con fuerza.

"Será mejor que termines de empacar tu baúl. No tendremos mucho tiempo mañana por la mañana", dijo, y lo acompañó fuera de la cocina.

Agosto había pasado volando. Habían celebrado el cumpleaños número 14 de Ginny poco después de la llegada de Harry, y había habido una guerra incesante en la casa, que parecía estar contraatacando. Por cada habitación que limpiaban, otra parecía volverse oscura, mohosa y asquerosa durante la noche. Sirius no tenía explicación excepto que su madre pudo haber maldecido la casa justo antes de morir.

La mayoría de las noches, Harry y Hermione pasaban en la biblioteca, compilando listas de hechizos para probar una vez que regresaran a Hogwarts. Hermione le había pedido a Sirius si podía prestarle un libro sobre Runas, y él con mucho gusto se lo dio para que lo guardara. Ella se sorprendió, pero aceptó agradecida.

Harry había quedado bastante perplejo cuando Hedwig regresó de su parto sin respuesta. Pensó que tal vez su amigo había decidido que era mejor no seguir escribiéndole. No se le ocurría otra razón para que ella no le respondiera. Esto lo había preocupado un poco, pero mientras se perdía en sus estudios, la limpieza de la casa Black y los intentos de obtener información cuando la Orden se reunía, casi habían borrado sus preocupaciones de su mente.

Ron había estado muy interesado en que este Slytherin secreto ya no pareciera interesado en su amigo. Comentaba cada vez que surgía el tema, que era lo mejor y que nada bueno podía resultar asociado con las serpientes. Harry simplemente sacudiría la cabeza y cambiaría de tema.

Harry pasó todo el tiempo que pudo con su padrino. Pasaron horas hablando sobre los padres de Harry, y Remus se unía a ellos a menudo. Harry y Sirius nunca se quedaban solos por más de unos minutos, y eso hacía difícil aprender algo nuevo sobre Voldemort. La señora Weasley había perfeccionado el arte del subterfugio, o lo habría hecho si Harry y Sirius no hubieran sabido lo que estaba haciendo. Sirius prometió que sería más fácil una vez que Harry regresara a la escuela. La señora Weasley no podía flotar y Harry todavía tenía su espejo.

Ron estaba puliendo el nuevo Cleansweep que sus padres le habían regalado cuando Harry regresó a su habitación después de su corte de pelo. Lo hacía constantemente. Tanto es así que Ginny le había dicho que podría pulirlo hasta eliminarlo. Todo lo que Ron parecía hablar era de la escoba y del Quidditch. Tanto es así que Harry se alegró por la biblioteca, ya que era la única habitación que Ron parecía evitar.

"Hola, Harry." Ron levantó la vista nerviosamente. Harry sintió que se ponía rígido. No podía decir por qué, pero parecía como si acabara de caer en algún tipo de trampa. Ron se levantó y cerró la puerta, mirando continuamente a su alrededor para ver qué, Harry no podía decir. De repente se volvió hacia Harry.

"¿Qué piensas de Hermione?"

Harry tropezó hacia atrás y cayó en su cama. Ron parecía muy ansioso. Harry sintió como si le hubieran abofeteado. Miró a Ron, que parecía muy ansioso. Harry intentó hablar un par de veces, pero nada salió de su boca. Finalmente, se aclaró la garganta y su voz pareció volver a él.