El Amigo Secreto de Harry

Capítulo 11

Harry se despertó poco antes de las seis de la mañana y se lanzó fuera de la cama y se metió en la ducha. Se vistió con sus mejores jeans y su mejor suéter. Después de pasar cinco minutos tratando de arreglarse el cabello, lo cual ya sabía que era una pérdida de tiempo, Harry agarró su capa y corrió siete tramos de escaleras hacia el aire frío de la mañana.

Una vez que estuvo afuera, de repente se dio cuenta de que no tenía idea de dónde se suponía que se encontraría con Daphne. Recordó que ella dijo que normalmente caminaba alrededor del lago, por lo que decidió que sería mejor encontrar un lugar donde fuera fácilmente visible y esperar.

Trepó a una gran roca plana donde se le podía ver desde casi todas partes y podía observar si Daphne se acercaba. Se sentó, sacó su varita de su funda, convocó un montón de piedras frente a él y comenzó a desterrarlas una por una al lago para ocuparse.

Mientras esperaba, Harry comenzó a sentir que su nerviosismo aumentaba. Estaba emocionado ante la perspectiva de finalmente pasar tiempo con su amigo secreto, pero también le preocupaba parecer estúpido o decir algo realmente tonto.

Afortunadamente, no tuvo mucho tiempo para pensar en estos pensamientos cuando comenzó a escuchar dos voces que se acercaban hacia él.

A Daphne le costó mucho intentar conciliar el sueño. Dio vueltas y vueltas en su cama con dosel mientras su mente imaginaba mil escenarios de lo que podría suceder cuando finalmente se encontrara con Harry Potter. Parecía que su mente estaba segura de que terminarían hechizándose mutuamente o, en el mejor de los casos, Daphne simplemente sería incapaz de formar palabras inteligibles y Harry pensaría que era una especie de idiota.

Finalmente logró conciliar el sueño. Había comenzado a soñar con sentarse bajo un árbol con Harry, tomados de la mano y mirando sus hermosos ojos verdes. Lentamente, comenzaron a inclinarse el uno hacia el otro, y Harry extendió la mano para tomar su rostro suavemente entre sus manos. Él le sonrió y le dijo: "Es hora de levantarse".

Daphne sintió que retrocedía ante sus palabras. Harry sonaba exactamente como Tracey.

"Vamos, o lo vas a extrañar". Tracey siseó suavemente, sacudiendo a Daphne para despertarla.

Daphne parpadeó un par de veces y miró fijamente el rostro sonriente de Tracey, hasta que todo encajó en su mente. Daphne se sentó lentamente, su corazón se aceleró mientras miraba el reloj. De repente, una de sus actividades favoritas no sonaba tan bien.

"Vamos, Daph. Vístete, tienes un destino que cumplir". Tracey casi se reía de su mejor amiga. Daphne finalmente se levantó de la cama y se vistió lentamente, casi como si pudiera evitar lo inevitable. Tracey la instó a que se diera prisa mientras se maquillaba y peinaba, poniéndose presentable, y cuando Tracey dio su aprobación, las dos chicas se dirigieron silenciosamente al terreno.

Se estaban abrochando las capas cuando salieron del vestíbulo de entrada y comenzaron a dar un paseo tranquilo alrededor del lago, ambas chicas estaban atentas al chico dorado de Gryffindor. Tracey miró su reloj y notó que habían salido un poco temprano y que lo más probable era que lo encontraran en su camino habitual.

Mientras caminaban, Daphne comenzó a preguntarse si había cometido un gran error al concertar la cita. Tracey hizo a un lado todas sus preocupaciones por considerarlas tontas y que lo peor que podría pasar sería que simplemente no tuvieran nada en común y que Daphne lo hubiera intentado.