Luz en la Oscuridad: La Saga de Amane

El Eco de la Batalla

La mansión Phantomhive había vuelto a la calma después del incidente nocturno, pero el aire aún vibraba con la tensión residual de la confrontación. Los sirvientes murmuraban entre ellos sobre la impresionante demostración de poder de Amane, y cómo su intervención había salvado a todos de un destino incierto.

Ciel y Alois se encontraban en la biblioteca, discutiendo en voz baja sobre los posibles motivos detrás del ataque. Amane se unió a ellos, su expresión serena pero sus ojos reflejando una preocupación profunda. Les aseguró que haría todo lo posible para protegerlos, pero también les advirtió que debían estar alerta ante futuras amenazas.

Sebastian y Claude, mientras tanto, se encontraban en una reunión privada en la cocina. La luz de las velas proyectaba sombras danzantes en las paredes mientras hablaban en susurros. Ambos demonios estaban de acuerdo en que Amane era una aliada valiosa, pero también representaba un misterio que necesitaban resolver.

La noche siguiente trajo consigo un nuevo desafío. Un antiguo enemigo de los Phantomhive, un noble caído en desgracia, buscó venganza por las humillaciones pasadas. Con un pequeño ejército a su disposición, lanzó un asalto total contra la mansión.

La batalla fue feroz y brutal. Sebastian y Claude lucharon con una eficiencia letal, sus cuerpos moviéndose con una gracia mortal mientras enfrentaban a los atacantes. Pero incluso ellos se vieron abrumados por el número de enemigos.

Fue entonces cuando Amane intervino una vez más. Con un grito celestial, invocó su poder divino y creó una tormenta de luz que barrió el campo de batalla. Los atacantes fueron derribados por la fuerza sagrada, sus armas convertidas en cenizas ante el poder del ángel.

Cuando el polvo se asentó, los enemigos restantes huyeron, superados por el miedo y la desesperación. La mansión Phantomhive estaba a salvo una vez más, gracias a la intervención divina de Amane.