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"Estoy seguro de que tú también me quieres."

Las palabras lo golpearon en el pecho. ¿Por qué no le gusta él? A él sí le gusta. JJ siente lo mismo por Methas. Siempre lo había sabido, y había intentado reprimir sus sentimientos, pero no podía. Siempre intentaba actuar como si solo fuera un fisioterapeuta, para mantenerse al margen, pero nunca pudo hacerlo.

"Creo que es mejor si nos conocemos de esta manera."

Los ojos de la persona frente a él estaban llenos de preguntas, ¿por qué? Esto le ocurrió una y otra vez hasta que su corazón se llenó de culpa. Pero JJ guardó silencio. Sabía que explicarle a la persona frente a él podría no tener sentido, pero al final, cedió ante esos ojos suplicantes. Albergaban una especie de desesperación, como el primer día que se conocieron en el hospital, el día que Methas dejó caer un plato de comida y lo derramó en el suelo. Esa mirada desesperanzada.

"Te gusto porque estaba en el lugar correcto y en el momento adecuado."

El joven fisioterapeuta dijo con una sonrisa llena de satisfacción y tristeza. Esta no era la primera vez en su vida que un paciente le decía que le gustaba.

"En tus peores días, estoy ahí para ti, ayudándote en los momentos más difíciles, creyendo en ti incluso cuando tú no crees en ti mismo, animándote incluso en tus peores días, acompañándote incluso en tus días más enfadados, viéndote tal como eres, de una manera que nunca pensaste que alguien vería en tu vida."

JJ habló con una voz contenida, sintiendo como si finalmente estuviera liberando la frustración acumulada que había llevado durante meses, dejando que la persona frente a él conociera algunos sentimientos que generalmente guardaba para sí mismo.

"Cada vez que hago fisioterapia para ti, nuestros cuerpos tienen que tocarse muchas veces, casi todo el tiempo que estamos juntos, todos los días."

Methas no respondió, pero sus ojos estaban llenos de anhelo. No pudo evitar sonreír, recordando el pasado cuando se apoyaban mutuamente.

"Pero, ¿entiendes?"

JJ levantó la vista, tragándose todos sus sentimientos de nuevo, pretendiendo ser la persona más comprensiva, fuerte y conocedora.

"Ese es el trabajo de un fisioterapeuta."

Los ojos de Methas se destrozaron, y JJ cree que si pudiera ver su propio reflejo, sus ojos también estarían destrozados.

"No me amas. Solo amas mi profesión."

Methas permaneció en silencio, sin que saliera una sola palabra, como si estuviera admitiendo en silencio que lo que dijo no estaba lejos de la verdad.

"¿Qué sabes sobre mí?"

Esta no es la primera vez, y no será la última. ¿Son los pacientes los únicos que están preocupados? Él no es diferente. Cuando trabajaba, daba todo lo que tenía, con la esperanza de que los pacientes volvieran a la vida y se curaran.

"¿Quién soy yo? ¿De dónde vengo? ¿Cómo es mi verdadera personalidad? ¿Qué películas me gusta ver? ¿Qué libros leo? ¿Qué desayuno? ¿O qué me gusta hacer los fines de semana?"

JJ sacudió la cabeza, la expresión de la persona frente a él llena de desaprobación, pero sus propios sentimientos estaban llenos de dolor. Tal vez Methas realmente lo ama, pero Methas solo ama su carrera, ama lo que hace a cambio de dinero, no se ama a sí mismo, no ama a la persona llamada JJ por quien JJ es.

"No me conoces en absoluto."

Methas y JJ extendieron la mano para agarrar la puerta sin abrir, sus ojos llenos de cientos de miles de preguntas, llenándolos por dentro.

Salteado de albahaca (SailubPon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora