La araña rosada se sostenía fuerte de la cabeza de su amigo felino, este saltaba y corría por el campo y la ciudad hasta llegar a su destino. A Alastor le gustaba vivir en el campo a las afueras de la ciudad, era como un patio de juegos enorme, aunque se daba el lujo de volver ocasionalmente a dónde vivió y creció por mucho tiempo.
Alastor y Angel llegaron hasta el techo de la carnicería donde los esperaba cierto gato gruñón.
— ¡Buenos días, Husker! —
— Comenzaba a pensar que te habían atropellado —
— Que gusto verte también —
Husk, o como lo llamaba Alastor: “Husker”, era un gato amigo del pelirrojo. Su pelaje era negro con blanco, orejas negras peludas, una cola con pelaje rojo y blanco en la punta y ojos amarillos que siempre mostraban descontento.
— Espero que no te moleste pero traje a un pequeño invitado — Habló el pelirrojo bajando su cabeza para mostrar a su arácnido invitado
— Hola, Husky — Saludó animadamente la araña, el mencionado cambió su semblante irritado a contento
— Hola, Angel, ha pasado tiempo —
— He estado un poco ocupado, sabes que en estas épocas de lluvias hay buenos mosquitos — El pequeño arácnido saltó a la cabeza del felino tuxedo — Pero no me niego a visitarte —
— Me da gusto verte, tal vez quieras quedarte conmigo unos días, Anthony ha tenido problemas con mosquitos estos días —
— Lo pensaré, lindo —
Ambos estaban tan inmersos en su conversación que olvidaron que el gato pelirrojo seguía ahí, muy incómodo para él.
[...]
El mayordomo Vox llevaba en sus manos al felino de su jefe. Ese día se había programado una visita al veterinario para Lucifer. Alastor mencionó que la última vez que vió (por accidente) los genitales de su gato vió algo raro en estos, temiendo que fuera algún tipo de tumor o algo grave programó una cita con el veterinario Belphe Res-Gor.
Al llegar a la clínica, Vox le comentó al veterinario Res-Gor la situación del felino. Se retiró a petición del doctor para poder examinar mejor a Lucifer, después de todo era un gato muy bien portado y tranquilo.
El mayordomo decidió ir hacia la carnicería de Rosie, quería preparar algo especial para esa noche.
[...]
Los felinos comían plenamente de la carne ofrecida por la amable dueña del local, era habitual que esos gatos, en especial el pelirrojo, se cruzaran por su tienda de proteína y hierro.
Alastor se la estaría pasando de maravilla si no fuera por sus amigos que se la pasaban platicando y ocasionalmente coqueteando. Él era el mal tercio. Se concentró en comer pero de un momento a otro le llegó un aroma dulce, un aroma familiar.
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Flor de Rubí
FanfictionLucifer, un gato refinado, papá soltero y reconocido gato en la calle más privilegiada de Nueva Orleans es víctima de secuestro y un intento de asesinato por su empleado. En el camino a volver a casa, él y su hija Charlie se encuentran con Alastor...