Excesivo • PJM

Seis

Dos meses después

—La clase ha terminado. Nos veremos la próxima semana—mi español era muy básico todavía, tenía mucho que mejorar con el idioma, pero lo importante es que podía hacer lo que me gustaba hacer y eso era bailar. Las estudiantes se retiran del salón mientras yo recojo mis cosas guardándolas en mi bolso, por el espejo puedo ver a mi prima acercarse.

—¿Estás libre?—EunSung sonríe con sus manos metidas en los bolsillos de su chaqueta—Estaba pensando que podríamos ir a ese restaurante de paella que te gustó.

—Claro. Voy a cambiarme en el vestidor y te veo en la salida.

—Está bien.

Estos dos meses siguen siendo de adaptación para mí, papá suele escribirme casi todos los días para saber como me siento y cómo voy con esta nueva rutina. La vida en España resultó ser lo que necesitaba, puedo salir sin miedo a que aparezca mi ex novio a acosarme, puedo moverme por las calles con mi prima sin sentir que me observan, mi cerebro ha podido desconectarse en poco tiempo de la situación que vivía con Jimin.

Luego de la última conversación que tuvimos en teléfono no volví a saber de él. Había creído que se aparecería en el aeropuerto a pedirme que no me fuera, en su lugar no fue así y lo agradecí enormemente. No quería saber absolutamente nada sobre Park Jimin, quedaría como una amarga experiencia del pasado, nada más.

Por el momento estaba quedándome en casa de EunSung, nos dividimos el pago de las cosas, trabajamos juntas, además, debo admitir que es agradable convivir con ella, es agradable tener una compañía luego de un día agotador, bueno, hablando de amistades...

Kim NamJoon sigue escribiéndome, a este punto estoy acostumbrada a sus mensajes, es un chico muy atento que acabó enterándose por la experiencia amarga que pasé, decidí contárselo porque me sentía cómoda con él, NamJoon quería mantener el contacto y yo no iba a negárselo, me agradaba mucho.

—¿Puedes creer que ya tienes dos meses aquí?—dice EunSung sirviéndose de la paella.

—El tiempo pasa rápido—y no era mentira.

—¿El tío te ha escrito?

—Siempre lo hace, quiere saber cómo me siento.

—¿Lo extrañas mucho?

—¿Tú que crees?—mastico tomando una pausa para hablar. Mi prima me mira con cierta seriedad, algo pasa por su mente.

—EunSeo.

—¿Sí?

—¿Qué ocurrió con tu ex novio?, el ex profesor de la academia donde estabas—Jimin había renunciado a su trabajo hace unas semanas. Lo supe por un contacto antiguo de la academia, había sido alumna de él.

—Lo que te conté...

—No, me refiero a que, ¿Realmente se dio vencido?—la miro sin entender a donde quiere llegar—Es inusual que lo haya hecho, este tipo de relaciones siempre tiene un final distinto.

—¿Quieres que lo llame para preguntarle?

—¿Tienes su número todavía?

—No. No quiero saber nada sobre él, estoy cómoda donde me encuentro ahora—niego con la cabeza—Preferiría no hablar de eso, me deja un sabor amargo en la boca.

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—Me alegra que NamJoon y tú hayan pasado la tarde juntos—digo luego de escuchar toda la historia de papá por teléfono. No importaba la hora, mi padre siempre estaba disponible para llamarme o escucharme.

—Es un buen chico, me dijo que ha estado componiendo canciones.

—¿Enserio?, a mí me dijo que lo había dejado—bostezo un poco. Estoy cansada. La videollamada nos permite vernos mutuamente, él también se ve cansado.

—Tienes sueño, ¿No es así?, ve a dormir. Ya hablaremos luego.

—Gracias, papá. Mañana te escribo, ¿Sí?

—No te preocupes, anda.

Apenas la llamada finaliza, dejo caer mi brazo en la cama y como estoy acostada boca arriba mis ojos no tardan en cerrarse. Cuando despierto todo está oscuro, mi cuerpo está cubierto por las sábanas, no recuerdo haberlo hecho, me incorporo en la cama con un bostezo, enciendo la lámpara de la mesa de noche y reviso entre las sábanas con el fin de encontrar mi celular.

"¿Dónde lo dejé?, estoy segura que me dormí con él"

Restriego mis ojos con mis manos colocándome de pie, mi celular está en el escritorio junto a mi laptop, me acerco a él recogiéndolo, frunzo el ceño intentando recordar en qué momento lo dejé allí.

Quizás el cansancio de ese momento me hizo creer lo que no era.

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—¿Te irás por dos días?—miro a EunSung sorprendida—¿Y la academia?

—Bueno, este fin de semana no abriremos—se encoge de hombros—Escucha, sólo son dos días, es un retiro al que he querido ir, ya sabes, esos motivacionales que te ayudan a no sofocarte cuando las cosas salen mal y si te soy honesta, a veces la academia me hace sentir así—se inclina hacia atrás en su silla en la oficina—No esperaba que fuera sencillo, tampoco que fuera tan...estresante.

—Bueno...creo que puedo...estar sola en casa.

—Puedes salir y conocer un poco más...

—No, todavía no me siento tan segura—niego con la cabeza—No te preocupes, prefiero quedarme en casa.

—Está bien.

Sé lo mucho que mi prima le dedica tiempo a la academia, lo mucho que se esfuerza para que los chicos y chicas tengan sus clases de baile, al mismo tiempo que ella se divida para todo es agotador de ver, debe ser el doble vivirlo.

Sí, puedo sobrevivir al fin de semana.

Uy.