𝑂𝑙𝑑𝑒𝑟･･𝚊𝚣𝚒𝚛𝚊𝚌𝚛𝚘𝚠

no time to die

La desesperación y la angustia corría por sus venas, haciendo latir su corazón al mil por hora, tantas veces que le rogaron a su padre que se mudara con ellos, para que algo así no sucederá en su ausencia, sin embargo, la terquedad y el orgullo del hombre era más grande.

Crowley manejo peor de lo que ya lo hacía antes, recogió a su hermana y rápidamente Beelz le dio instrucciones a Crowley para llegar al hospital. En el camino Beelzebub le contó más a detalle lo que sucedió, temprano recibió una llamada del hospital cercano entre el pueblo de su padre y la ciudad, diciendo que un hombre los había llamado pero que la llamada se cortó sin poder terminar de hablar, y ese número era el único en el registro del paciente.

Cuando llegaron al hospital Beelzebub caminó de un lado a otro en la sala de espera, mientras que Crowley estaba sentado moviendo la pierna ansiosamente con las manos en la cabeza, esperando a que les dieran alguna información sobre su padre.

—Familiares de "Lucifer Crowley"- se escuchó decir a una doctora que apenas entró.

—¡Aquí!- Crowley se levanto de su asiento y junto con su hermana se acercaron a la doctora.

—¿Qué es lo que pasa con mi padre? ¿Esta bien?- Beelzebub pregunto a la doctora al ver qué está no decía nada.

—Su padre está muy débil, según me dijeron su padre hablo por un dolor de pecho, pero la llamada se cortó, cuando llegó la ambulancia su padre estaba... en el suelo, le había dado un infarto, lo estabilizamos pero... sigue muy débil, ahora está despierto, pueden pasar a verlo si quieren- sin pensarlo dos veces ambos hermanos siguieron a la doctora hasta la habitación donde se encontraba para después dejarlos solos.

Sintió su corazón hacerse cada vez más pequeño, comprimirse en su pecho al ver a su padre acostado en aquella cama de hospital, con todos esos aparatos alrededor de el y aquel suero que estaba inyectando en su mano, su hermana se acercó a el para buscar consuelo, comenzando a llorar en su hombro y cerrando los ojos fuertemente.

—Mis niños...- con un hilo de voz, apenas podía pronunciar palabra. Ambos se acercaron a la cama de su padre, cada quien en un extremo de ella.

—Papá... ¿que fue lo que sucedió? ¿estas bien?- Beelz intento inútilmente que su padre no la viera llorar.

—Estoy bien... ahora que ustedes están aquí lo estoy.- débilmente acercó su mano al rostro de su hija, acariciando su mejilla de forma suave.

Con su otra mano tomo la de Crowley que estaba recargada justo a un lado de el, apretándola y sonriéndole.

Lucifer abrió sus brazos dejando que Beelz entrara en ellos y se acostara en su pecho, Crowley solo se sentó a lado de el y tomo su mano.

Paso un rato, Beelzebub se quedó dormida junto a su padre, dejando a Crowley y a Lucifer libres por fin para hablar, Crowley no quería hablar, pero Lucifer si.

—Hijo...- comenzó habla hablando, apretando su mano para llamar su atención.-Prométeme algo.-

—Lo que sea padre.-

—Prométeme que serás feliz, siempre fuiste un niño muy serio, me hubiera gustado verte sonriendo más seguido.- Crowley asintió besando la mano de su padre y me sonrió débilmente.

—Y ahora me verás serlo, solo se fuerte, se que puedes.- Crowley apretó la mano de Lucifer sonriendo, Lucifer solo negó riendo.

—Cásate, ten hijos, un familiar, una mujer que te ame y que ames igual, no sabes lo hermoso que es tener una familia a la cual proteger, prométeme que lo harás... prométeme que serás feliz...- la sonrisa de Crowley se desvaneció lentamente, por su mente paso Aziraphale, las llamadas y los mensajes que había ignorando por la presión del momento, no sabía que pensar ni que decir, solo agachó la cabeza.