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Era lunes: día de entrenamiento. Quedaba muy poco para las semifinales y los Tigers se preparaban para su próximo partido contra los Kansas Lions, contra los que jugarían por primera vez. Cada tarde de entrenamiento seguían la misma rutina: estudio de estrategias, calentamiento, puesta en práctica, estiramientos y a las duchas. Después de eso los vestuarios se convertían en un espacio de bromas, risas, preocupaciones y algún que otro cotilleo.

En aquella ocasión, Mitsu había asistido a entrenar como cualquier otro día y la rutina no fue distinta, pero había algo raro. Todos estaban más callados de lo normal y parecían saber algo que él no. Entonces, durante el descanso, Fletcher se acercó a él y se lo llevó al otro lado del campo.

—Mitsu, hay algo de lo que quería hablarte.—su tono de voz no era calmado como habitualmente y había una mueca en su rostro. Parecía preocupado, y eso no era común en él.

Mitsu empezaba a preocuparse también, ¿y si había pasado algo de verdad? Debía reconocer que había estado algo distraído últimamente. Desde la fiesta, para ser exactos. Pero no era culpa suya, aquella noche había sido intensa para él: había besado a Toki Evans. Toki Evans, quien llevaba gustándole desde preescolar. Todavía le costaba creerlo e incluso había llegado a pensar que todo había sido parte de su imaginación.

—¿Ocurre algo? Me estás asustando.

—Es que...

—Dilo, Fletcher... ¿Tiene que ver con la "lesión" —enfatizó el gesto haciendo comillas con los dedos— de Erik? De ser así, déjame decirte que solo está exagerando. Solo se le ha roto una uña, ya sabes cómo es él.

El castaño negó con la cabeza y sacó su teléfono.

—Hoy ha salido un número en la revista de chismes del instituto... La American Western South Gossip Magazine.—empezó a explicar mientras desbloqueaba su pantalla. Estaba siendo cauteloso, porque si el entrenador los descubría los dos podían terminar en un buen lío.

—No leo la revista.

—Lo sé, Mitsu, pero es que esta vez sales tú... Y no por ser lindo o por ganar un partido como otras veces.

—¿Qué quieres decir?

—Míralo tú mismo.—finalizó, entregándole el teléfono.

El pelinegro miró la pantalla con curiosidad y terminó sintiendo un vuelco en el estómago: "MITSU SMITH Y TOKI EVANS: ¿LA PAREJA DEL AÑO?" era el titular. Debajo, una foto de la fiesta de Halloween en la que Toki y él... Negó con la cabeza y miró a Fletcher.

—¿Y si molestan a Toki por mi culpa? Ya le causé problemas la última vez...

—Mitsu, ¿cómo puedes pensar en eso? Tú también estás en problemas, todo el instituto lo sabe.

—Eso no es lo que me importa, Fletcher.

—No quiero que te molesten. Erik también está preocupado por eso, ¿has visto los comentarios? Se ha hecho viral...

—Estaré bien.

El entrenador interrumpió la charla y tuvieron que volver a centrarse en el rugby, pero Mitsu no fue capaz de enfriar su cabeza. No dejaba de darle vueltas a cómo se sentiría Toki al ser expuesto así. Ni siquiera la ducha pudo despejar el sentimiento de culpa que sentía.

Salió hacia el vestuario con el pelo mojado y una toalla enrollada en la cintura, yendo a buscar su ropa con la mirada perdida. Erik lo esperaba en uno de los bancos mientras se ponía la camiseta y Fletcher estaba justo a su lado, sacando desodorante de su taquilla.

—Oye, Mitsu, ¿no deberías estar en el equipo femenino?—fue lo que lo sacó de sus pensamientos.

Procesando lo que acababa de escuchar, se giró y sintió un nudo formarse en su estómago al tener la mirada de todos sus compañeros de equipo sobre él. Aun así, mantuvo una expresión tranquila.

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