Cartas de Imperio Ruso parte II: Francia

7 4 0
                                    

Escuchar la canción después de leer.                                   

Ekitamburgo, 18 de julio de 1918

Francia...

No sé ni cómo empezar con esta carta, los Romanov fueron asesinados brutalmente frente a mí... desgraciadamente, está programado para hoy mi muerte, a las 5:30 de la tarde, y sufriré el mismo destino.
Con toda la tristeza del mundo, he venido a decirte adiós mi amor, perdóname por no poder cumplir la promesa de permanecer juntos, quisiera poder consolarte y abrazarte de nuevo y poder ver tu rostro, aunque sea por última vez, pero no será posible, una nueva representación, no recuerdo bien su nombre, fue demasiado amable conmigo, cumpliendo mi última voluntad de, aunque sea por medio escrito, poder despedirme de ti.
No quiero que te quedes estancado tras leer esta carta, sigue con tu vida amor mío, explora nuevos horizontes, conoce más gente, y quien sabe, tal vez encuentres a esa persona que te complemente... aunque ese no sea yo.
Has hecho cada minuto de mi vida el mejor, fuiste la persona con la que desee pasar el resto de mis días, fuiste la persona con la que compartí tantos recuerdos, compartimos abrazos, besos, caricias y muchas cosas más, y aunque me duela que en estos últimos días no te haya podido ver, me alegra haber pasado todo eso Contigo.
Mi mano tiembla levemente mientras escribo esto, y trato de no llorar, pero no puedo evitarlo, sé que mi partida te va a hacer daño, pero detesto con mi corazón pensar en la idea de llegar a lastimarte, aunque no te haya levantado la mano.
Quiero decirte un último te amo, un te amo que guardaré en mi corazón hasta el último momento.
Solo el viento sabrá todo lo que estás sufriendo en este momento por amarme.
Existen tantas cosas que nunca te dije en vida, que eres todo cuanto amo.
Cuando recibas esta carta ya no me encontraré contigo, entonces te cuidaré desde otro lugar.
Adiós Mi Amor...

Tuyo

Imperio






















































Un joven pelirrojo llegó corriendo desde la puerta, sorprendiendo a todos los presentes que se encontraban ahí.

–Serbia,¿qué sucede niño?–Preguntó un extrañado y un tanto preocupado griego.

–Lle- agh- llegó la correspondencia, y-y todas vienen de Rusia–se recostó sobre la pared con algo de cansancio mientras miraba todas las cartas detenidamente,–Imperio Ruso las mandó todas–sonríe levemente.

Las representaciones presentes se acercaron de repente al joven europeo, esperando impacientes para ver si recibieron una carta o no. Sorpresivamente, todos tenían una carta, o bueno, dos en el caso de Francia.

–Hey y por qué el idiota ese tiene dos cartas?–Reino Unido como siempre encontrando una excusa para pelear con el país de franjas verticales.

–Pues, ambos han mantenido una íntima amistad durante mucho tiempo–le recordó Italia.

–¿Y tú de qué te que quejas?¿Estás celoso o qué? Ohhhh ya sé, es que como nunca nadie te escribe sientes celos de que cuando alguien lo hizo, le escribió más cartas a alguien que no fueras tú–Francia lo señala de forma acusadora. Recibir dos cartas por parte de Imperio lo tenían de un buen humor, muy buen humor, que no iba a permitir que un viejo cascarrabias le amargue el día.

Countryhumans historias y ShipostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora