❝Wanna Be Your Everything❞ ; RAURA | P A U S A D A

||Capítulo 1||

Laura.
Entro en el set de grabación, ansiosa por conocer a mi co-estrella en el nuevo proyecto de 'Disney' denominado 'Austin & Ally'. Vuelvo mi cabeza en todas direcciones, buscando al chico, quien aún no se encuentra en el set. Kevin y Heath dijeron que debíamos estar aquí a las ocho de la mañana, y no puedo encontrar al chico. Pongo los ojos en blanco. Sabía que esto sucedería. Debe ser un cretino. Imbécil, pienso.

Minutos mas tarde, un chico entra en el set de grabación. Se encuentra rodeado de chicas, quienes chillan entusiasmadas. Él, siempre educado y cordial, atiende a las peticiones de las chicas. Tiene cierta elegancia que llama mi atención. Lo observo con detenimiento, y abro mucho los ojos, es realmente atractivo. Rubio, alto y realmente atractivo, recuerdo la forma en que mi hermana lo describe. Oh Dios, Ross Lynch esta ante mis ojos. Él, probablemente atraído por mi mirada, vuelve su cabeza en mi dirección y después de observarme unos segundos, me sonríe, después asiente en un educado saludo. Tiene una sonrisa extremadamente linda. Bajo la mirada y me ruborizo, sonriendo con timidez. Escucho una risa burlona y lo observo nuevamente, tal vez ligeramente indignada. De la mano lleva a una chica, quien sonríe. Es hermosa. Frunzo ligeramente el ceño. ¿Celos?, me pregunta mi subconsciente. Niego con la cabeza rápidamente y me dirijo a mi camerino. Entro en mi camerino y lo examino. Es lindo, y no me molestaría pasar tiempo aquí. Observo la pared más grande, pensando en la decoración que emplearé. Tal vez unos pósters, cuadros... El llamado a la puerta interrumpe mi planeación. Abro la puerta sonriendo. El rubio, es decir 'Ross', y la chica que lo acompaña se encuentran del otro lado.

―Hola ―dice el rubio.
Mi sonrisa se ensancha aún más al escuchar su voz.
―Hola ―respondo. Mi voz es, en éste momento, chillona.

Bajo la mirada, porque me apena mi comportamiento. ¿Qué ocurre conmigo? No actúo de ésta forma con los chicos, ya que nunca me ha atraído uno que sea real.

―Mi nombre es Ross Lynch. ―Sonríe―. La hermosa chica que se encuentra a mi lado se llama Courtney Eaton, mi novia.
―Laura Marano ―susurro, le tiendo la mano, esperando que la tome.

Él la toma como ambas manos y la besa. Siento como mis mejillas se tornan de un color rojizo, y lo observo por unos segundos, desconcertada. Después miro a 'Courtney'. Oh, ella está sonriendo, y no parece estar molesta. Me agrada.

―Como sea. Debo irme, Ross. ―Oh, ¿está molesta?―. Te veré luego, bebé.
―Está bien, linda ―responde Ross, y suelta mi mano.

Courtney se aproxima a mi y se despide con un beso en la mejilla.

―Nos vemos, Lau ―dice, y me sonríe.
―Nos vemos ―susurro, sonriendo tímidamente.
―Te amo ―dice Ross.

Court se vuelve. Él la atrae hacia el y la besa, y yo frunzo el ceño y bajo la mirada, porque realmente no quiero presenciar eso. Sus labios deben ser suaves y carnosos, pienso antes de que pueda detenerme.

―Yo también te amo ―responde ella una vez que el beso es interrumpido.
Y después sale, dejándonos a Ross y a mi solos.
―Supondré que, debido a la forma en la que te comportas, tu tienes el papel de Ally.
―Así es. ―Asiento y sonrío, aunque no me agrada que crea que me conoce―. Y tu debes ser Austin.
―Estás en lo correcto, nena. ―Lleva su mano a mi cabello y lo sacude, causando que éste termine despeinado―. ¿Has conocido a Raini y Calum ya?
―No he tenido el placer aún. ―Intento fallidamente arreglar mi cabello―. ¿Son agradables?
―Oh, son los mejores. ―Suelto una risilla boba, y él sonríe―. Me agradas. ―Se acerca más a mi, y yo sonrío nerviosa―. Seremos bueno amigos.

Tira de mi y me abraza, y yo respondo casi inmediatamente a ése cálido abrazo. Un escalofrío recorre mi interior, y me ruborizo por encima vez en un día. Me agrada abrazarle. Tengo la altura perfecta para escuchar los latidos rítmicos de su corazón. Cierro los ojos por un instante e inspiro profundamente. Me agrada como huele. Y de pronto mi móvil suena, lo que causa que me sobresalte. Ahora no, pienso, y me aferro más al cuerpo de Ross. Él suelta una risilla, lo que me parece la cosa más tierno del mundo, e interrumpe el abrazo. Niego ligeramente con la cabeza e intento ignorar el irritante tono de mi móvil, pero no soporto no atender llamadas. Suspiro y, consciente de que el lindo chico que esta frente a mi no me abrazara nuevamente, me vuelvo y tomo el móvil. Atiendo la llamada sin revisar el identificador, y me vuelvo nuevamente para observar a Ross. Y, de pronto, siento, por solo unos segundos, sus labios contra los míos. Ahogo un grito y cuelgo, dejando a quien sea que me había llamado, en medio de una frase. Abro la boca y la cierro inmediatamente. Bajo la mirada para evitar que Ross note el color carmesí que mis mejillas tomaron.