Capítulo 02 ━ Día 41.

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—¿Qué quieres decir con que no fue nada? —Touya pregunta con furia, enojado con intención después de lo que le dijo Keigo—. Juro que voy a-...

—¡Nada! ¡No vas a hacer nada! —Keigo lo interrumpe, frotando sus pulgares suavemente a lo largo de la suave piel de la mano de Touya—. No es nada serio, ¿de acuerdo?

—Tiró tus libros de la mesa, Keigo. Apuesto que a propósito-...

—No lo sabes. Probablemente los tiró por error. En verdad, no es nada.

Keigo frunce el ceño ante sus manos, viendo como el agarre de Touya se aprieta ligeramente entre sus dedos. Solo puede imaginar lo que está pasando por su cabeza en este momento, lo que está pensando Touya y lo enojado que suena con esta nueva información.

No es nada nuevo en este punto, al menos no para Keigo. Está acostumbrado a catalogarlo como un comportamiento típico, algo a lo que se ha acostumbrado, lamentablemente, espera que suceda al menos dos veces por semana.

Pero Touya...

Touya lo ve como una intención maliciosa. Lo enfurece y Keigo no entiende exactamente por qué o hasta qué punto ya que apenas lo conoce, pero lo hace sentir importante. Protegido, de alguna manera, como si tuviera a alguien que lo cuida, aunque no sea del todo cierto.

—Keigo, sabes que esto no está bien, ¿verdad?

—Está bien. Cálmate-...

La mano de Touya aprieta la de Keigo de nuevo.

—Solo estoy preocupado. ¿Y si algún día hace algo peor?

—¿Que tirar mis libros al suelo? Touya, relájate, no es gran cosa —dice, tratando de mantener la voz firme.

Keigo aprieta sus manos con más fuerza, el pulgar frota círculos suaves a lo largo del costado de la palma de Touya, los dedos se deslizan sobre sus nudillos mientras mira hacia ellos. ¿Cuándo se volvieron blancos?

—Touya, en serio, está bien. Por favor, cálmate —dice Keigo con voz suave, presionando su pulgar más fuerte en la piel en un intento de suavizar su ira y reemplazarla con su toque.

Puede sentir lo tenso que está Touya solo con el apretón en su mano, solo para sentir que disminuye por completo dentro de su reconfortante agarre, cómo la tensión se desvanece cuando Keigo agrega presión con sus dedos, masajeando suavemente para eliminar el estrés.

—Estoy bien, ¿de acuerdo? —agrega, presionando la yema del pulgar contra la piel suave.

Hay silencio, y Keigo se pregunta si Touya está haciendo pucheros del otro lado.

Claro que lo está.

—Está bien —finalmente murmura Touya, cediendo al benevolente encanto de Keigo.

—Bueno.

Keigo agarra la mano de Touya, usando su mano libre para pasar sus dedos por la parte superior de la mano de Touya, dibujando círculos sin rumbo a lo largo de la superficie, apenas rozando la piel mientras una sonrisa se dibuja en sus labios.

Se pregunta por qué Touya se pone tan nervioso al enterarse de que lo intimidan. Por qué le afecta tanto cuando Keigo apenas parpadea, empujándolo continuamente al fondo de su mente.

No entiende por qué le molesta tanto, cuando ni siquiera lo involucra. Por qué alguien (aparte de su mejor amiga, por supuesto), se pondría tan nervioso por algo tan juvenil, pero él aprecia la preocupación.

Entre páginas┃𝐃𝐚𝐛𝐢𝐇𝐚𝐰𝐤𝐬 ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora