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Candy, she's sweet like candy in my veins. —Electric love.
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—Iwa-chan, ¿sabes donde esta tu hermana? —tenia apenas unos minutos de buscarla, pero teniendo en cuenta que era la hora del almuerzo no tenia que ser razón para que la búsqueda fuera difícil, pero aun así no la encontraba en ningún lugar.
—Me dijo que estaría en la biblioteca —respondió sin tomarme importancia.
Sin responderle me dirigí hasta donde estaba ella. En verdad quería demostrarle lo mucho que me gustaba, desde la primera vez que la vi hubo algo magnético en ella, no importaba cuanto lo intentase ella apenas y me miraba, y a mi más me gustaba, al inicio creí que era un simple capricho mío, después de todo ella era como algo que no podía tener y mi deseo aumentaba más, pero con el paso del tiempo esa idea se esfumo, la conocí más, aproveche cada momento que ella me daba y entre más la conocía más me gustaba, su sonrisa, su personalidad, aunque lamentablemente se parecía mucho a Hajime, aveces sentía que estaba hablando con el, pero en lindo, ademas...
Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando escuche su voz llamarme, sin darme cuenta habia llegado hasta donde Emi se encontraba.
—Toruu ¿Qué haces aquí? —Pregunto ella mientras guardaba sus cosas.
—Vine a darte esto—Le extendí un pequeño papel doblado a la mitad—esta es la primera, léela cuando me halla ido.
Tenia una mirada de confusión, hasta que pasado unos segundos sonrió—Bien, como gustes.
—Si, bueno...eso es todo, nos vemos—¿Nervioso? Solo un poco, después de todo que persona no lo estaría frente a la persona que le gusta, además, ella con su personalidad y su sonrisa de superioridad me ponen asi, sorprendentemente, nadie habia logrado eso en mi, aunque no se note, actuar ridículo frente a ella es lo que menos quiero.
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Emi
—Que lindo—fue lo primero que pensé al verlo. Por un momento llegue a olvidar lo que le había pedido, incluso creí que no lo haría, pero al parecer iba enserio.
Desdoble el pequeño papel para comenzar a leer el pequeño texto.
Tu sonrisa. Desde el momento que te vi jugar por primera vez cuando nos conocimos, desde ese momento supe que tu me gustabas, la sonrisa que tenias en aquel momento cuando anotaste el punto ganador, fue la sonrisa más hermosa que alguna vez halla visto, supe que quería verla todos los días mientras viva.
Sonreí, malditasea, senti como el calor subía hasta mi cara, ¿como unas simples palabras podían provocar tanto en mi?
