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Celos.

¿Y que será de los de los ojos que no tienen a quien mirar? Son labios que no besan ¿Qué será? ¿Qué será? —Roma-Humbe

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¿Y que será de los de los ojos que no tienen a quien mirar? Son labios que no besan ¿Qué será? ¿Qué será? —Roma-Humbe.

Habían pasado dos días desde que Oikawa me entrego aquella carta y desde la ultima vez que lo vi

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Habían pasado dos días desde que Oikawa me entrego aquella carta y desde la ultima vez que lo vi. Hoy iría a buscarlo al gimnasio, porque enserio quería tener aquella ¿cita? ¿Eso era,no?

Aun era temprano, quería hablar con el antes que empezara su practica, y para mi buena suerte aun faltaba media hora, así que lo más probable es que apenas estuviera saliendo de su salón de clases, me dirigí hasta el.

—¿Qué quieres?—Antes de llegar a su salón escuche su voz, desde donde estaba pude ver como hablaba con una chica, inconscientemente apreté los puños, estaban demasiado cerca.

Era demasiado notable como ella se le encimaba cada vez más, demasiado insistente ¿Por qué diablos no la apartaba? Sin pensarlo mucho y dandole el control a mis pequeños celos me dirigí hasta él.

—Toru, te estaba buscando—Le dije mientras me lo tomaba de la mano y me ponía justo en medio de ambos.

Me sonrió de manera arrogante, el sabia que estaba haciendo—¿Si? Te escucho.

—¿Puede ser en privado? Es sobre nuestra cita—Estaban actuando de manera infantil y lo sabia, lo tenia muy claro.

—Oye, yo estaba hablando con el—por primera ves hablo la chica. Me volte a verla.

—Lo se, pero no creo que el quiera continuar la conversación —Mire a Oikawa—¿Verdad Toru?

—Tienes toda la razón. Lo lamento—Antes de que ella pudiera decir algo más lo tome de la mano y me lo lleve.

—Bájale un poco a tus celos —Hablo luego de unos minutos, en su voz se notaba lo mucho que disfrutaba la situación.

—No son celos, no tengo ni la menor idea de lo que hablas—Me detuve una vez llegamos al gimnasio.

—¿No? ¿Entonces por qué aun me tomas de la mano? ¿Por qué lo haces con tanta fuerza?—Lo solté, odiaba que tuviera la razón.

—Mejor cállate, solo quería saber si era verdad lo de la nota, lo de la cita—dije bajando el tono de mi voz, me daba un poco de vergüenza, había pasado tiempo desde la ultima vez que él y yo salimos.

Una sonrisa apareció en su rostro—Por supuesto que si.

—Bien—No dije más, no me gustaba esta situación, odiaba verme tan indefensa a su lado.

—Aparte de celosa, impaciente.

—No entiendo de que hablas —Me hice la desentendida.

—Justo como a mi me gustan—Acorto la distancia entre ambos, podía sentir su respiración chocando con la mia, era casi nula la distancia que existía entre ambos.

—Cállate—Sentí como mi cara comenzaba a arder, detestaba estar en esta situación, al final de cuentas yo sola me metí en ella, pero tenia que admitir que me gustaba tenerlo así de cerca.

—Te ves demasiado linda, tanto que incluso podría besarte —Sus dedos comenzaron a delinear el borde de mis labios—, pero no, no es el momento.

Mentiría si dijera que no quería que me besara en ese mismo momento, me encontraba un poco decepcionada porque no fuera asi—Bueno ya, alejate, si mi hermano nos ve se va enojar—Lo empuje levemente para que se hiciera para atrás.

—Bien, me tengo que ir—Estaba por darse la vuelta pero se lo pensó un poco antes—El viernes, después de clases, no tienes practica verdad —negué con la cabeza —De acuerdo, nos vemos el viernes—antes de irse se volvió acerca y antes de que pudiera reaccionar me dio un beso demasiado cerca de los labios—Me gustaría que el beso fuera en otro lado, pero por el momento esto es suficiente. Nos vemos Emi.

Agradecía internamente que no se hubiera volteado a verme después de irse, porque diablos, mi cara ardía de la vergüenza, pero la sonrisa que había en mi rostro nadie podía quitármela.

10 reasons why I like you | Toruu OikawaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora