𝑊𝑖𝑐𝑘𝑒𝑑 𝐺𝑎𝑚𝑒 (𝑆𝑡𝑒𝑣𝑒 𝐻𝑎𝑟𝑟𝑖𝑛𝑔𝑡𝑜𝑛)

𝑐𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 5

Jonathan pasó a buscar a Maddy a las nueve para ir juntos a la fiesta.

-¿Segura que quieres ir?-

-Ya qué-

Ambos bajaron del auto y caminaron hacia el interior de la casa.

-Iré a buscar un trago- dijo Jonathan antes de alejarse.

Maddy comenzó a caminar hacia la mesa del ponche. A lo lejos, divisó a Nancy y Steve conversando. Se sirvió un vaso de ponche y continuó recorriendo la fiesta, tratando de no llamar la atención.

-Hola, hermosa- dijo alguien detrás de ella. Podía reconocer esa voz en cualquier lugar: era Billy.

-Hola, Hargrove- respondió, girándose para verlo.

-Creí que ya no asistías a fiestas, amor- comentó él, acercándose demasiado.

-Fui obligada, y no me llames 'amor'- replicó ella, mirándolo seriamente a los ojos.

-Fue así por un año- continuó Billy.

-Sí, hasta que terminaste la relación,- soltó ella con firmeza.

-Lo recuerdo, sí. Pero aún así podemos divertirnos... ¿no crees?- dijo Billy, poniendo una mano en su mejilla.

Desde lejos, Steve los observaba y sintió una punzada de enojo al verlos tan cerca. No sabía por qué, pero quería correr hacia ellos y llevarse a Maddy lo más lejos posible de Billy.

-No lo haré, Billy- dijo ella, quitando su mano de su mejilla.

-Disfruta tu fiesta- añadió, antes de alejarse, bebiendo su ponche mientras se iba.

Maddy buscó a Jonathan durante varios minutos por toda la fiesta, pero no tuvo éxito. Al voltear, chocó con Steve, quien se veía en muy mal estado. Él la agarró del brazo y la sacó de la fiesta sin decir una palabra.

-¡Ey! ¿Qué haces, Harrington?- preguntó Maddy, tratando de soltarse.

Steve no respondió. Solo la subió al auto.

-Steve...- empezó a decir ella, pero él comenzó a conducir, alejándose algunas cuadras de la fiesta.

-¿Qué mierda te pasa, Harrington?- preguntó Maddy, sin entender. Cuando lo escuchó sollozar, volteó a verlo. -¿Qué sucede?-

-Dijo que todo lo nuestro era una mentira, que nunca me amó, que soy una mierda- soltó Steve, completamente dolido, con los ojos rojos de tanto llorar.

Maddy lo miró, sin saber qué hacer o decir. Conocía bien a Steve y sabía que realmente le había afectado. -Ella está ebria, Steve...-

-Sí, pero cuando estás ebrio dices muchas cosas- replicó él, mirando fijamente la carretera.

-No creo que haya sido en serio- dijo Maddy, tratando de consolarlo.

-Sí lo fue- dijo Steve, con la voz quebrada.

-Ella está muy afectada porque el año pasado murió su mejor amiga- añadió, mirando al frente con expresión sombría.

Maddy no supo qué decir. -Lo siento, Steve.-

-Supongo que se terminó,- dijo él, esbozando una sonrisa falsa que Maddy supo descifrar al instante. Había decidido no acercarse a Steve, ignorarlo, mantenerse lo más lejos posible. Pero verlo en ese estado dificultaba todo. No podía dejarlo así, roto y solo, en medio de la nada.

-En la siguiente cuadra, dobla a la derecha- dijo Maddy, suspirando para sí misma.

Steve, sin entender del todo, le hizo caso y siguió sus indicaciones hasta que llegaron a la casa de Maddy, que estaba bastante cerca de la suya.