𝑐𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 3

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Esa mañana, al despertar, nuevamente estaba sola. Ya eran las tres de la tarde, y Steve trabajaba temprano. Las semanas en California realmente habían sido largas; tanto los entrenamientos como las reuniones y los informes la habían dejado exhausta.

Luego de estar unos minutos en la cama viendo el techo con la mente en blanco, se levantó para tomar un buen baño y prepararse. Realmente no tenía nada planeado, pero en ese pueblo todo podía pasar en cualquier segundo.

Luego de una hora, ya estaba lista tomando agua en la cocina cuando alguien golpeó su puerta. Fue a abrir.

—¿No pensabas decirme que llegaste?—dijo Eddie con una sonrisa. Ella se tiró a sus brazos y lo abrazó con fuerza; él hizo lo mismo.

—Mi bella Maddy—dijo él con una sonrisa.

—Hola, Eddie—saludó ella.

—¿Quieres pasear?

—Solo si es contigo—dijo ella, luego tomó sus cosas y salió con él hacia su camioneta, camino al centro comercial.

En el último tiempo, Eddie se había convertido en una persona muy importante para ella. Ambos coincidían en muchas cosas y se entendían a la perfección. Él encontraba un consuelo en ella que nadie más podía darle, así que la visitaba en su trabajo o salían a caminar o cualquier cosa con tal de divertirse un rato.

—¿Cómo estuvo tu viaje?—dijo él mientras caminaban por las tiendas.

—Fue muy intenso, pero supongo que bien—dijo ella viendo la ropa de las tiendas. —¿Y tú?

—Normal, tocando con la banda, deambulando por el pueblo como un maldito fantasma, mientras las miradas se posan en mí—dijo él con una sonrisa.

—Esas miradas son las mejores, qué asco ser normal—dijo ella sincera.

No lo decía por hacerse la única y diferente, pues no se consideraba diferente. Pero, gracias a su pasado, las miradas y los comentarios así nunca faltaron, algo que compartía con él.

—Opino lo mismo—dijo él soltando una risa.

—¿Y la escuela?

—¿Quieres helado?—dijo él evitando la pregunta.

—¡Eddie! ¿Aún sigues ahí?

—Este será mi año, creo—dijo él dudando.

—Eso espero.

—Odio la escuela. Desde que tú terminaste, es una tortura. Solo queda el idiota de Jason.

—Agh, me cae tan mal. ¿Cómo es que Chrissy está con él?

—No lo sé, es un idiota.

—Sí que lo es, ella merece mucho más. Pero bueno...

—Hablando de parejas, ¿cómo estás con Steve?

—Muy bien, aún no convivimos oficialmente, pero ya sabes, vivo sola así que prácticamente él vive ahí también.

—¿Y eso te gusta?

—Sí, mucho. Realmente lo necesitaba, creo que mi propia mente me estaba matando.

—Entiendo, y me alegro mucho por ti—dijo él con una sonrisa.

Por otro lado, Steve y Dustin estaban espiando a la gente, específicamente a alguien que se viera como un ruso malvado.

—Debes estar bromeando.

—¿Qué? ¿Lo encontraste?—preguntó Dustin. Iba a decir que vio a Maddy con Eddie, pero no quería demostrar sus celos.

—Nada, Anna Jacobi está hablando con el cabeza hueca de Mark Lewinsky. ¿Qué le pasó a los estándares?

𝑊𝑖𝑐𝑘𝑒𝑑 𝐺𝑎𝑚𝑒 (𝑆𝑡𝑒𝑣𝑒 𝐻𝑎𝑟𝑟𝑖𝑛𝑔𝑡𝑜𝑛)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora