ᴘʀóʟᴏɢᴏ

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Todo se torna demasiado difícil luego de crecer.


Ya no somos los inocentes niños sabientes de sonreír felices con tan solo un amanecer o escuchar el cantar del gallo en las mañanas. Ahora todos nos vemos bajo responsabilidades, deberes, decepciones y miedo. No podemos comparar el miedo de un pequeño al ver una araña a nuestro miedo de resultar ser una total decepción para tus padres. Ya no somos niños.

Hay días donde me cuestiono qué ha pasado ¿Cuándo pasó el tiempo tan rápido? ¿Cómo cambiaron tan rápido las cosas?
Ya las paletas se convirtieron en cigarros, las sodas en alcohol, las bicis en motos, los besos en sexo, el “te quiero” en “te deseo” ¿Recuerdan cómo volar se conseguía con un fuerte impulso, donde usas tus piernas en los columpios para llegar hasta las nubes? Ahora se consiguen con drogas. Todo cambió a un mundo donde el celular y el dinero están primero que la familia, donde el físico es más importante que los sentimientos, donde tus propios amigos te apuñalan en la espalda. Las personas te critican por lo que eres, por lo que no eres y por lo que creen que eres. También, por lo que haces, lo que dejas de hacer, lo que dices e lo que no dices.

Estoy muy cansado de esto. Ya no aguanto esta vida ni este mundo. Estoy harto de mí mismo ¿Soy la única cosa que está mal en este mundo? ¿Para qué nací? ¿Por qué no puedo ser feliz como los demás en sus vanos mundos? ¿Qué hay de diferente en mí?

Soy una persona que está ahí pero en realidad no hago falta. Si dejase de existir creo que ni mi propia familia lo notaria. Y los pocos amigos que tengo tienen otros amigos más importantes y más divertidos que yo. Soy tan simple, tan asquerosamente simple, idiota, sin gracia, inútil, inservible; que lo único que necesito es dejar de respirar y eso sería un alivio para todo el mundo. Total, ni mi propio padre me quiere.

Deberías matarme, Yeonjun.

Lo sé, pero ya lo intenté y mira donde estoy, en un manicomio internado junto a los locos ¿Acaso yo también estoy loco? ¿O solo fue la mejor manera que tuvo mi padre para deshacerse de mí? Bueno, si es el segundo caso, realmente lo consiguió. Tiene la mejor excusa diciendo que es para que “esté bien presentable al heredar el negocio familiar”. Negocio que detesto desde lo más profundo de mis entrañas. Tal vez estar aquí y lejos de todo eso no es mala idea.

Junto a mí se abre una ventana para revelar la noche fría de invierno en pleno sábado veraniego. El peor día para llover. El día en que a los chicos de mi edad les gusta estar de fiesta, tomando y con su pareja. Día donde a chicos de diecinueve años como yo, se sumergen en la soledad de su cuarto escuchando esa música electrónica de la fiesta que rehuiste de tus amigos a unas cuantas cuadras. Pero como mencioné antes, el estado del tiempo no estaba de acuerdo para esas celebraciones. Debe existir un sin número de jóvenes quejándose por ello. A mí, sin embargo, me gustaba el ambiente de este sábado.

Entre algunos nubarrones se distinguía la preciosidad de una luna con dificultad a través del bañado cristal de mi ventana, por este viajaban mares a una velocidad increíble. Y era esa velocidad quien me permitía admirar todo. Si no fuera el caso, no tendría la visión del exterior. Las empapadas calles estaban desoladas y resplandecientes con la luz del solitario astro. Tampoco creo que por acá circulen muchas personas. Este jodido psiquiátrico está metido en los confines del mundo. Acechado por un pequeño pueblo al norte del bosque. De hecho, a pesar de nuestra entrada dar con el  umbrío pueblecillo, la parte trasera está bordada por una malla de hierro imposible de cruzar, dando de cara al  tupido bosque. Estamos situados como un manicomio de las pelis de terror. Lo único que me falta es escuchar los gritos rebasando las tuberías para pensar en que este lugar está maldito.

INQUEBRANTABLE ➳ Choi YeonjunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora