𝗘𝗡𝗗 𝗚𝗔𝗠𝗘
-BRIDGERTON
❞i wanna be your end game❞
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𝗘𝗡 𝗗𝗢𝗡𝗗𝗘 Grace, la hija desplazada de la Reina Charlotte, emerge del olvido del palacio y encuentra un rayo de esperanza en Benedict Bridgerton, cuyo amor desafía las no...
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end game chapter ten, into the light
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Grace río un poco confundida mientras caminaba a paso lento, sintiendo las manos de Benedict cubrir sus ojos al mismo tiempo que la guiaba por donde andaba y cuidaba sus pasos para que no se caiga.
La celebración de la boda había terminado hace ya algunos largos minutos y la feliz pareja había sido despedida por todos sus invitados, yendose en su propio carruaje ya como un matrimonio consolidado y feliz.
La castaña no sabía a donde iban, ya que el ojiazul le había dicho que tenía un destino sorpresa antes de su luna de miel, la cual sería un viaje hasta algún país exótico, en el cual pudieran relajarse por algunos meses.
Apenas llegaron al destino sorpresa luego de unos cinco minutos, Benedict tapó los ojos de su esposa incluso antes de bajar del carruaje, con la intención de que no vea nada de lo que estaba pasando.
—Cuida de que no me caiga, cariño—Grace río, sintiendo como sus tacos comenzaban a hacer ruido en la superficie en la que ahora estaba. Se daba cuenta que ya no era la calle
—Siempre, querida—Benedict sonrió un poco mientras protegía su cuerpo y sus pies de no caerse—Ahora vamos a detenernos—El castaño oscuro se detuvo junto a su esposa—Me alejaré de ti, pero no abras tus ojos hasta que te lo indique
—¿Está bien?—Grace sintió como el cuerpo del hombre se despegaba de ella—Me estas asustando un poco
—No temas—Benedict río un poco y plantó un beso en su mejilla, antes de alejarse completamente
Grace pudo escuchar alguna que otra cosa moverse y los pasos de Benedict chocar contra ¿La madera? de donde sea que estén en este momento. Si es que en realidad era madera, pero la castaña estaba segura de que lo era.
Pasaron algunos segundos más en los que los ruidos seguían, pero fue cuando se detuvieron que la ex princesa solo pudo oír como su esposo tomaba una pequeña bocanada de aire, y juraba que lo sentía sonreír.
