VI

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|...Su capa...|


El palacio de Hermes era muy acojedor, demasiado cálido, pero al mismo tiempo silencioso, el Dios Hermes casi siempre nunca estaba en sus aposentos por sus encargos. Kat se había quedado a dormir.

Su mayor preocupación de kat era que su madre, Hera, descubre que su inocente hija no esté en su aposento. Sino en otro.

Claramente ahora estaba dormida, sintiendo las caricias de cierto dios veloz.

Hermes, desde hace rato estaba levantando. Era muy tarde, todavía no estaba arreglado para hacer sus encargos, cosa que estaba mal, la primera vez que dejaba hacer sus encargos por algo, pero no podía dejar de mirar a cierta hija de Hera.
La tenía en su pecho mientras el acariciaba los mechones de cabello sueltos pelirrojos que portaba Kat, que seguía en su sueño profundo parecía que nunca iba a despertar.

El nomas admiraba la belleza y la inocencia de la diosa. Antes que ciertos ruidos llamarán su atención.

Hermes tuvo que alejarse lentamente de la chica para no poder levantarla, aunque era tarde, no podía hacerlo. Cuando se paró, solamente tenía la parte que le cubría su intimidad del hombre, camino por la sala que tenía Hermes, cuando llegó a la puerta grande, abrió para saber quién era.

—Hola, hermano—Apolo con una sonrisa en sus labios tenía, estaba parado enfrente de la puerta de Hermes con su traje ordinario—Sabes últimamente hablen de Kat...

—Apolo—se sorprendió al saber que quien estaba tocando era su hermano —¿De kat?, porque vienes a contarme a mi.

Al decir eso el dios del sol, Apolo nomás se escuchó una risa ligera de el.

—Porque Hera ya lo sabe.— comenté el, cosa que Hermes se lo tomo mal, se podía decir que cuando escuchó eso su mirada se puso sería, ya no estaba de buen humor —Bueno, algo, digamos que comento que su adorable hija inocente no estaba en sus aposentos, claramente yo no dije nada, pero muchos te vieron con ella en el festival. Ten cuidado Hermes, espero que ella no esté aquí, porque si alguien abre la boca de más...No se realmente lo que pueda pasar.

—Te agradezco hermano.—fue lo último que dijo para nomás Apolo hacer una despedida, irse de la puesta de Hermes, mientras que el estaba en blanco, sin pensamientos, no tenía miedo de Hera, sino lo que puede hacer, es muy vengativa.

Caminando, Hermes camino asta la cama nuevamente, enfrente estaba Kat, se había levantado ya que estaba con su ropa normal. Aunque sus ojos se veían algo cansados pero a la vez su forma un ángel como siempre para el.

Que cuando la chica abrió más sus ojos, quitándose las lagañas de sus ojos lilas, al mirar estaba Hermes al enfrente pero no tenía buena cara, algo sabía que estaba mal.

—¿Sucedió algo Hermes?— pregunta Kat mientras ladea la cabeza por lo dormida que sigue, tanto Hermes nomás suspiro, no quería mentirle, tampoco quería preocuparla, pero ver a Kat todavía estando algo despierta decidió.

Hermes soltó nuevamente un suspiro para acercarse a Kat.

—Hera, sabe que no estás en tu  habitación.

—¡¿Hera, ya sabe que no estoy?!- comenta algo preocupada—Pero si ella...—toma un suspiro para tocarse la frente.—Cómo se me pudo olvidar, Hera me visita por las mañanas para traerme el desayuno.

El dios al verla algo preocupada, la tomo de las manos para juntarlas, y levantar el rostro de la chica.

—Mira, se bien que Hera es un problema, pero, puedes utilizar mi capa invisible para ir hasta tus aposentos.

𝗠𝗜 𝙄𝙉𝙊𝘾𝙀𝙉𝙏𝙀 (𝖡𝗅𝗈𝗈𝖽 𝗈𝖿 𝗓𝖾𝗎𝗌, 𝗁𝖾𝗋𝗆𝖾𝗌)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora