♣︎Egoísmo♣︎

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  -¿Te llevo a casa?_ pregunta evadiendo mi patética declaración de afecto

《 En serio no es capaz ni tan solo de decir te quiero》

-Porfavor_ logro verbalizar luego de apartar sus manos de mi rostro

-Iré a buscarte una chaqueta_ anuncia llendo camino a la habitación

Me deja llena de tormentas y luego actúa normal, como si no le importase.

-Aquí tienes, pontela_ Extiente la chamarra, aunque ruedo los ojos, la verdad siempre he amado esta parte de él.

-Ya sabes donde me tienes que dejar.

Las dos veces que me llevó a casa siempre me dejaba a una cuadra de esta pues si mi mamá veía algo raro estaría e problemas, más aún con un "profesor" nos paramos frente al elevador, toca el botón y transcurren los cinco segundos más incómodos de mi vida, de echo desde mi declaración la incomodidad no ha desaparecido, me cuesta hasta mirarlo. Una vez dentro se encarga de tocar los botones para bajar mientras yo intento morderme la lengua y no decir tonterías.

-Dime Alan, esa señora de la pizzera era tu amante_ No lo pude evitar si no lo decía no era yo.

-¿Por qué piensas que lo es?

-Siempre respondes mis preguntas con otras, evades mis declaraciones, huyes de mi en público sin embargo siempre estas cuando te necesito, te preocupes por si me enfermo además de que me regalas tu ropa ¿Por qué?

El ascensor se vuelve loco, en lugar de bajar comienza a subir lo que nos alarma, miramos la pantalla de los números subir más y más

-Pulsaste bien el botón

-Tan inútil me crees como para no saber usar un ascensor

Ambos estamos bastante tranquilos aunque la situación no es para estarlo

-Pues arrojate de cara al piso!

Grita y yo acato su orden el elevador ha parado en el último piso

-¿Por qué estamos acostados así?

Cuestiono mirándolo de reojo

-Porque es posible que baje de golpe

La caja metálica no permite que termine de dar la explicación, caé a una rapidez que causa una bolsa de aire, me encuentro flotando debido a la caída repentina, Alan esta pegado al techo junto a mi, ambos estamos tranquilos, aparentemente, estoy acostumbrada a mantener la calma aunque por dentro este muriendo, al parecer él también posee esa cualidad.

Aunque caemos rápido el tiempo pasa lento, todo se detiene de proto dejándonos caer Alan toma mi cuerpo entre sus brazos mientras recibe todo el impacto del suelo

-Alan! _Gritó al verlo sangrar, yo me encuentro absolutamente perfecta gracias a él_ Mierda por qué isiste eso

-No pienses demasiado en ello sanará dentro de poco

Esta loco, sangra más de lo debido al punto de que el líquido ya se ha apoderado de la mayoría de su rostro. Presiono el botón del elevador varias veces hasta que se abre la puerta

-¡Gracias gracias gracias!_ chilló emocionada, el ascensor cayó diez pisos abajo pues nos dejó en la quinta planta y este tiene un total de quince, Alan vive en la seis.

-Vamos te llevaré al departamento_ digo apoyando su brazo en mis hombros

Lo ayudo a caminar lentamente pues no es necesario que lo diga para saber que los mareos le están afectando

¿Quién eres?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora