come back to me, please 𔘓̸ [ hyunin ]

14

tuve que dividir el capítulo en dos
así que la fiesta estará en el próximo

en dónde hay frases en inglés o canciones
dejaré un comentario con explicación

ahora sí

—¿Innie?

—¡Juyeon! —el menor se abalanzaba sobre su amigo para abrazarlo apenas cruzaba la puerta del departamento. Las cajas habían quedado a un costado, aún en el pasillo.

Jeongin lo abrazaba con fuerza, tratando de disfrazar la necesidad de consuelo con lo mucho que lo había extrañado.

—Innie, bebé, te extrañé mucho yo también —Juyeon reía porque el menor nunca fue tan demostrativo físicamente pero ahí estaba, escondido en su pecho y apretándolo contra su cuerpo con fuerza, hasta que sintió como temblaba en sus brazos—. ¿Innie?

—Te extrañé —dijo con la voz quebrada—. Sólo… te extrañé, quédate así sólo un segundo más.

Por sobre la cabeza del menor, Juyeon miró a Minho con confusión y Minho levantó los hombros, diciéndole con un gesto que tampoco entendía lo que pasaba. Aún así se acercó—. Innie, ven —le dijo acariciando su espalda.

—¡No pasa nada! —respondió él entre sollozos, sin salir del pecho de Juyeon—. ¡Sólo lo extrañé! No pasa nada…

—Está bien, está bien —susurró Juyeon—, sólo ven conmigo así estamos más cómodos ¿Sí? —cuando lo sintió asentir, lo cargó en sus brazos y se sentó así con él en el sillón, arrullándolo en su pecho—. Shh, shh, mi lindo bebé —le susurraba, mientras acariciaba su espalda y le daba cortos besos en la frente—. Te extrañé tanto, mi lindo y tierno bebé…

Minho se había sentado también a su lado, viendo como Jeongin apretaba los puños y trataba de contener el llanto, su cuerpo temblaba por los espasmos y seguía escondido en el pecho del mayor. Parecía tan débil, tan lastimado—. Iré a preparar té para los tres ¿Está bien? —dijo y los dejó solos.

—¿Mis gatitos? —preguntó el menor entre sollozos.

—Nuestros gatitos están sanos y bonitos, los pusimos en la habitación que sobra así se acostumbran —Juyeon seguía meciéndolo y acariciando su espalda con cariño—. Y pude ver cómo decoraste mi habitación, eres tan talentoso… todo el departamento está precioso, Innie, hiciste un gran trabajo.

Jeongin salía apenas de su escondite y a Juyeon se le rompía el corazón al ver esos ojos inyectados en rojo y las pestañas húmedas—. ¿Viste tus cuadros?

—Los ví —Juyeon le sonrió apenas y limpió las lágrimas con su pulgar—, me sorprendió mucho y me hizo muy feliz.

—Son… son fotos que me mandaste hace mucho, siempre me gustaron —el llanto se había calmado un poco pero Jeongin seguía hipando y gimoteando, aún sorbiendo por su nariz y hablando con dificultad—. Quería… quería que tus obras estén en todos lados aquí —otro sollozo—, eres tan bueno Yeonnie —Jeongin levantó su mano para acariciarle el rostro despacio y volvió a quebrarse—, tan bueno…

—Mi lindo Innie —el mayor volvía a abrazarlo y a mecerlo, el llanto había vuelto y no parecía que iba a calmarse pronto.

Minho miraba todo a la distancia, desde la isla de la cocina, aún endulzando el té. Miraba la escena con tristeza… con un poco de dolor. Él y Jeongin eran mejores amigos, dejando de lado sus besos y sus revolcones, lo eran, no había sentimientos románticos entre ellos. Sin embargo Jeongin y Juyeon… ellos sí se habían querido. Jeongin sí había desarrollado sentimientos por el mayor y Juyeon le había correspondido. Los dos solían decir que no había sido nada y que quedaban mejor como amigos, pero Minho sabía la verdad: ellos habían estado juntos casi un año y se querían, realmente lo hacían.