come back to me, please 𔘓̸ [ hyunin ]

18

Los días siguientes fueron un tanto… incómodos.

Esa noche, la de la fiesta, haber tenido un trío había sido una idea magnífica, la habían pasado excelente los tres; luego la discusión había sacado lo que cada uno tenía adentro sin medida y se sentían plenos, tranquilos, descargados.

Sin embargo, ahora era difícil mirarse las caras.

No tanto por el trío, no les avergonzaba haberse disfrutado tanto esa noche; sino por lo que vino después.

Minho, por su parte, se sentía extremadamente culpable. Siempre se enorgulleció de ser mejor que Bangchan, de no ser hiriente como él, de no pagarle jamás de la misma forma. Esa noche se había sacado de adentro todo lo que tenía atorado: años y años de cubrir a la persona que le había hecho daño. Haberlo dicho al frente de todos le había sacado un peso de encima, pero también le había sumado un peso nuevo, el de la culpa. Bang se lo merecía, él lo sabía; pero no era su lugar decirlo, no era su lugar desenmascararlo frente a todos y contar sus mayores secretos.

Tuvo que apuñalarlo por la espalda para hacer un bien por sí mismo.

Y eso no se sintió bien como creyó.

—Nadie te juzgará por disculparte ¿Sabes?

Minho miró a Jeongin, estaban en el edificio donde estaría su nueva empresa terminando unos arreglos con la mueblería que les traería mobiliario para el lugar.

—Lo sé… Hice mal ¿Cierto?

—Hmm, no lo sé. Hiciste algo bueno para tí, pero tú sabes que no eres así, que eres mejor que eso. Sé que te está comiendo la culpa por haber contado lo de Bang y que seguirás así hasta que te disculpes, así que si quieres hacerlo, hazlo.

—Era eso lo que necesitaba oír…

—Yo también debería hacerlo ¿Sabes? —el mayor lo miró con más culpa—, sé que quisiste defenderme pero-

—Pero nunca fue culpa de Hyunjin no corresponderte, lo sé.

—Y tampoco me fui a París por su culpa —añadió—, no quiero que cargue pesos que no le pertenecen.

Minho sonrió, si algo amaba de Jeongin era la forma en que encaraba sus decisiones, la confianza que había creado para no guardar rencores y dejar ir. Sabía lo que le costaba, pero veía también lo que se esforzaba por ser su mejor versión.

—Eres demasiado bueno.

—Soy justo, si fuese enteramente su culpa sabes que no volvería a hablarle, ni seguiría enamorado de él.

—Lo siento, Innie, yo no debería haber dicho tantas cosas.

Jeongin se rió, enternecido—. Está bien, tú y tu boca preciosa borracha dijeron lo que yo también quería decir.

Ambos debían enfrentar sus errores y corregirlos, disculparse y seguir.

Era… difícil.

Reconocer los errores propios y corregirlos lo era. Había que hacer demasiado trabajo interno para saber decir sí, me equivoqué, lo siento.

A Minho le había costado noches después de esa fiesta, y aunque quería esperar a terminar su trabajo y estar más tranquilo, Jeongin y Juyeon lo habían animado a hacerlo lo más pronto posible.

Ahora estaba sentado en el mismo restaurante que la última vez que lo vió.

Le había mandado un mensaje el día anterior sin decir mucho, sólo el lugar, la hora y el pedido de hablar.