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8 años después

El día estaba soleado, no de forma insoportable, pero sí cálido y hermoso. Corría un viento tenue que hacía danzar a los árboles de cerezo que rodeaban la iglesia, dándole un aspecto aún más romántico.

El lugar estaba lleno de gente; familiares, amigos, compañeros de trabajo y vecinos. Niños corrían de allá para acá por toda la entrada en donde estaba caminando a paso lento para ingresar.

En la iglesia, iluminada en colores cálidos y con destellos del vitreaux de las ventanas, ya todos estaban esperando el momento en que la pareja apareciera para decir sus votos y dar el sí. La felicidad se sentía en el aire, todos estaban emocionados.

Caminando por el pasillo, podía ver a sus amigos sentados a la derecha, Bangchan hablaba muy animado con Jisung y Seungmin, por sus nuevos trabajos solían tener poco tiempo para verse y seguramente estaban poniéndose al día. Sentados por la izquierda, podía ver a sus propios padres, orgullosos y felices.

Todos en ese lugar, incluyéndose, coincidían en algo: ellos eran el uno para el otro.

El tiempo pareció haberse detenido cuando las campanas comenzaron a sonar y las puertas se abrieron para dejar pasar al novio. Caminaba a paso lento, del brazo de su padre, en un traje color hueso con detalles en plateado, su cabello rubio lo hacía parecer un ángel. Sonreía con sus ojos llenos de lágrimas clavados en una única persona, la persona que era el amor de su vida, su novio, su futuro esposo.

Y Hyunjin no podía dejar de admirarlo, porque Felix estaba más radiante que nunca.

Pudo ver casi en cámara lenta el momento en el que Felix era dejado por su padre en el altar, luego de un beso en la frente y una sonrisa cálida, dejándolo en el momento en que su vida se uniría a la de alguien más.

Las palabras del sacerdote, los votos, las sonrisas y los jugueteos pasaron volando, dando paso a la pregunta importante, a la que todos esperaban.

—Yang Felix ¿Recibe usted a este hombre para ser su esposo, para vivir juntos en sagrado matrimonio, para amarlo, honrarlo, consolarlo y cuidarlo, en salud y enfermedad, guardándole fidelidad, durante el tiempo que duren sus vidas?

—Sí, acepto.

—Seo Changbin ¿Recibe usted a este hombre para ser su esposo, para vivir juntos en sagrado matrimonio, para amarlo, honrarlo, consolarlo y cuidarlo, en salud y enfermedad, guardándole fidelidad, durante el tiempo que duren sus vidas?

—Sí, acepto.

—Puede besar al novio.

Y la iglesia se llenó de vítores, silbidos y gritos de felicidad. Hyunjin vió a sus padres felices por el hijo de sus vecinos, vió a sus amigos felices por Felix y Changbin. Y se vió a sí mismo, orgulloso y feliz por sus amigos. Realmente lo estaba. Pudo ver en primera fila cómo empezaron a gustarse, lo tímidos que estaban en sus primeras citas, cómo se enamoraron y cómo decidieron prometerse una vida juntos. Ellos sí eran el uno para el otro, y Hyunjin estaba feliz y satisfecho con eso.

Habían pasado años desde su fallida confesión, y realmente no le dolió como esperaba. Tuvieron unas semanas incómodas y todo volvió a la normalidad, y agradeció que así fuera, porque durante esas semanas logró darse cuenta que sí amaba a Felix, como amigo. Lo amaba porque era su confidente, su mayor consejero, su compañero de aventuras. Lo amaba porque fue el primer amigo real que tuvo. No lo amaba como pareja y ahora se dió cuenta que había hecho bien en dejar ir esos sentimientos confusos, porque podía estar al lado de su mejor amigo mientras este se casaba con la persona de la cual se enamoró.

come back to me, please    𔘓̸    [ hyunin ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora