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Esta bien bebe - Acaricio sus cabellos intentando confortarlo -  Estoy aquí cariño ¡Sácalo! Dime todo lo que necesitas decir - El puño cerrado del menor golpeo débilmente su pecho - Te amo Kyu - 

¡Vete! Por favor - Imploro el menor, no quería que le vea desarmado. Se supone que ya no sentía nada... Jamas debió explotar de esa forma - Déjame solo

No me iré a ningún lado Kyu - Esos ojos marrones le miraron implorando privacidad - Si tienes que gritarme o golpearme ¡Estoy aquí! No te lo guardes... - No debería sentirse tan contenido justamente por el dueño de ese sufrimiento. Esas manos sostenían fuerte su espalda, impidiendo la distancia que necesitaba para juntar su dignidad. Ni siquiera era capaz de  controlar sus lagrimas que seguían bajando - Se que no te merezco, se que eres imposible para mi... Pero no me dejare vencer de nuevo - JongWoon le contemplo con prudencia y mareado por la necesidad termino sosteniendo en sus manos esas mejillas inmaculadas, tan suaves como siempre y cálidas como las recordaba. Se odio tanto por ser el dueño de esas lineas salinas en su piel tan blanca como la nieve.

El primero en doblegarse fue el menor, que en un acto difícil de definir termino uniendo ese par de labios necesitados. El primer contacto fue suave, contenido... Entonces, sintió esa humedad cálida pegada a sus propias mejillas y se sorprendió al notar que JongWoon también estaba sufriendo tanto como el - Quédate a mi lado - Le escucho decir, no tuvo la oportunidad de negar ese pedido, porque el mismo beso cobro intensidad hasta volverse embriagador y no pudo evitar cerrar los ojos con fuerza, con la esperanza de despertar de esa pesadilla, donde no volvía a caer en sus brazos.

Entonces, ese par de brazos se cerraron en su cintura, tan necesitados aferrados a los restos de Kyuhyun y terminaron en un intercambio de mutismo, donde ninguno de los dos decía algo pero parecían entenderse a la perfección. 

Debería haberle detenido ¡Demonios! No debería cruzar esa linea de la intimidad, no aun... El tacto de esos labios gruesos en su cuello le nublaron los sentidos. ¡Perdió! Perdió completamente, su aliento cálido choco contra la piel del mayor en un susurro - Ayúdame... Ayudame a dejar atrás todo - Sintió sus dientes morder tan suave el lóbulo de su oído, estremeciendole por completo. Kyuhyun siempre seria una tentación para el, Kyuhyun siempre seria su máximo anhelo.

Aun sabiendo que en la mañana, esos ojos marrones llegarían cargados de palabras crudas y verdades dolorosas, acepto continuar. Kyuhyun se sentó en la cama, para luego cerrar sus dedos en la cintura del duro pantalón de Yesung y a traerlo, trago con dificultad. Su corazón golpeo con fuerza su pecho y termino por acortar la distancia entre ellos. Le beso con todas las ganas escondidas por años, con esa lujuria imposible de apagar, con esa necesidad fluyendo en su sangre, con esa devoción tan desesperante. De a poco le fue recostando, hasta terminar sobre su cuerpo, las piernas de Kyuhyun apresaron sus caderas aun vestidos, podían sentir sus deseos marearlos. Era como si no importaran cuantos años pasaran, seguirían amándose hasta el final.

Se separaron por la falta de aire, pero eso no evito que JongWoon siga bajando por su mentón mordiendo suavemente hasta llegar a su cuello. Entonces, le vio presionar cabellos contra la almohada exponiendo ese cuello tan largo, delgado y perfecto. Lamió, mordió a conciencia cada parte y jadeo deseoso al sentir la mano del menor enredar sus cabellos. Sus traicioneras manos le abrieron esa camisa, no tenia sentido sus manos temblaban tanto... Cuando las telas quedaron a cada lado, volvió a ahogarse en esa perfecta imagen de Kyuhyun recostado en la cama, sus labios abiertos tomando bocanadas desesperadas de oxigeno, sus pálidas mejillas rosadas, su cuello ahora marcado por cada uno de sus besos y mordidas, bajo la mirada y se grabo la imagen de ese torso blanquecino, sus pezones rosados firmes pidiendo ser mordidos, lamidos, adorados al máximo.

Reset - YehyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora