Bonnie Parker, pelirroja, espectacular, peligrosa, con un deseo increíble por la velocidad, los autos Ford, las flores y las armas de alto calibre. Con 19 años, la camarera se paseaba en una fiesta en la víspera de 1930 cuando se encontró con la mitad de su alma.
Clyde Barrow nació entre una familia llena de clichés criminales, el futuro podría deducirse sólo con conocer la historia de sus genes. Llegó al mundo en 1909 y durante los primeros años de su adolescencia se dedicó a cometer crímenes menores, robo de coches, asaltos a mano armada, peleas entre pandillas, una que otra detención que hicieron de la correccional su segundo hogar. Con 21 años llegó a la vida de la impactante Bonnie.
Luego del flechazo instantáneo, la pareja encontró que tenían los mismos vicios: la sangre y el dinero. Apenas a unos meses de conocerse, Clyde cayó en prisión, a donde Bonnie iba a visitarlo todos los días, en lo cual tenía experiencia, pues había sido esposa de un asesino que estaba en la cárcel.
Entre prisión y prisión, pasaron los primeros meses de su relación, hasta que Bonnie ayudó a Clyde a fugarse, pues el chico había sido condenando a 14 años por hurtos menores y robo de autos; así que la mujer decidió introducir un arma a su celda para ayudar a que escapara; sin embargo fue arrestado al poco tiempo y cumplió dos años más en la cárcel, hasta que en 1932 consiguió la libertad condicional y regresó a Dallas para vivir con su chica. La intención era abandonar la delincuencia y dedicarse al trabajo honesto. No lo logró.
Tras dedicarse unas semanas a la construcción, Clyde, apoyado por Bonnie, logró unificar una banda de asaltantes que estaba conformada por Buck, el hermano de Clyde, la esposa de Buck, Blanche y tres individuos más: Hamilton, Jones y Methvin. Así comenzaron con robos de gran calado; el primero tuvo lugar en Joplin, Missouri, donde se enfrentaron por primera vez a la policía que les hizo un cerco, pero la banda pudo huir dejando un saldo de tres policías muertos.
En 1933 las persecuciones siguieron, los asaltos a bancos y gasolineras rurales pusieron a la pareja en la mira del FBI. Para evadir la acción de la justicia la banda huyó a Platte City, luego a Iowa.
Con las huidas constantes, la banda comenzó a decaer, Buck murió y Blanche fue detenida, luego se suscitó la captura de Jones y sólo quedaron Bonnie y Clyde.
En los primeros días de 1934, la pareja cometió un nuevo asalto en Texas y asesinó a dos policías que les detuvieron en Oklahoma.
Secuestraron a pequeños empresarios para lograr mantenerse hasta que el 22 de mayo se toparon con una nueva persecución en Arcadia, a 32 kilómetros del este de Gibsland. El equipo de policías que los perseguían desde hace años los toparon a las 9:15 am y los asesinaron disparando más de 167 tiros: 50 balazos destrozaron a Clyde y 50 a Bonnie, quien aún con un rostro hermoso y un peinado perfecto fue hallada en un charco de sangre que aún olía a su perfume, así lo relataron los detectives del caso.
En el auto también fueron hallados los restos de un sándwich que iba comiendo Bonnie, el saxofón de Clyde y 500 dólares.
El deseo de la pareja era ser enterrada juntos, sin embargo la madre de Bonnie no lo permitió, aunque ambos cuerpos fueron sepultados en Texas.
Ese día terminó una de las historias de pasión y terror que atraparon a Norteamérica por algunos años, pero que lograron inscribirse en la posteridad.
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HISTORIAS ®
ParanormálníEste libro, son recopilaciones de historias reales, leyendas urbanas, creepypastas etc... Espero les guste cada recopilación que escribiré. ¿Leerás?