bella grande

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El despertador sonó a las seis de la mañana, llenando la habitación de Juanjo con un sonido agudo que rompió el silencio. Se estiró en la cama, tratando de despejar la mente del sueño, y luego se levantó para comenzar su rutina matutina. Hoy era su primer día en "Bella Grande", y aunque estaba emocionado, también sentía una gran presión por demostrar su valía.

Después de preparar el desayuno y asegurarse de que Isabella estuviera lista para la escuela, se dirigieron juntos hacia la Escuela Primaria El Sol. Dejó a Isabella en la puerta del aula, donde Martin la recibió con una cálida sonrisa.

-Buenos días, Juanjo. ¿Cómo estas? —dijo Martin, con un tono amigable.

-Muy bien, Martin. Gracias por preguntar,y tú? —respondió Juanjo modificando un poco la respuesta, se encontraba sumamente nervioso por su primer día en el restaurante.

-Muy bien igual, espero que tengas un excelente día! - dijo el maestro sonriendo y tomando la pequeña mochila de su hija para acompañarla al aula.

Mientras caminaba hacia el restaurante, Juanjo intentó calmar sus nervios. "Bella Grande" era uno de los restaurantes italianos más prestigiosos de Madrid, conocido por su autenticidad culinaria y su menú que cambiaba con las estaciones. Había trabajado muy duro para llegar hasta aquí, y no quería desperdiciar esta oportunidad.

Al llegar, se encontró con un edificio elegante y moderno, con grandes ventanales que dejaban entrever un interior vibrante y lleno de actividad. Respiró hondo y empujó la puerta, entrando en un mundo que olía a albahaca fresca, tomates maduros y pan recién horneado.

Fue recibido por Ruslana, la gerente del restaurante, una mujer de aspecto severo pero profesional.

—Hola, debes ser Juanjo. Soy Ruslana, la gerente, puedes decirme Rus. Bienvenido a "Bella Grande". —dijo, extendiendo la mano.

—Gracias, Rus. Es un honor estar aquí. —respondió Juanjo, estrechando su mano.

Rus lo condujo a la cocina, donde el bullicio de los chefs y ayudantes preparándose para el servicio llenaba el aire. Juanjo fue presentado al equipo por el jefe de cocina, Massimo, un hombre robusto con una voz autoritaria pero apasionada.

—Atención, todos. Este es Juanjo Bona, nuestro nuevo chef. Viene con excelentes referencias, así que esperemos grandes cosas de él. —anunció Massimo.

El equipo lo saludó con una mezcla de curiosidad y cortesía. Juanjo sintió una mezcla de emociones: la presión de estar a la altura de las expectativas y la emoción de trabajar junto a algunos de los mejores chefs de Madrid.

La primera tarea de Juanjo fue ayudar en la preparación de los ingredientes para el almuerzo. Mientras cortaba, picaba y mezclaba, Massimo observaba con atención. Después de una hora de trabajo diligente, Massimo se acercó a Juanjo.

—Juanjo, quiero ver de lo que eres capaz. Prepara un plato que te represente, algo que podamos considerar para nuestro menú de primavera. —dijo Massimo, con una mirada desafiante.

Juanjo sintió un nudo en el estómago. Esta era su oportunidad para impresionar, pero también sabía que cualquier error podría ser fatal. Decidió preparar un risotto de setas silvestres con esencia de trufa y un toque de limón, un plato que había estado perfeccionando durante años.

Concentrado, comenzó a trabajar con precisión y pasión. Seleccionó los mejores ingredientes, cuidando cada detalle, desde el caldo casero hasta la elección de las setas frescas. A medida que avanzaba, el aroma del risotto llenaba la cocina, atrayendo la atención de sus compañeros.

Finalmente, el plato estaba listo. Con manos firmes, Juanjo presentó el risotto a Massimo, quien lo observó detenidamente antes de probarlo. El jefe de cocina tomó un bocado, y luego otro, manteniendo su expresión neutral.

—Es excelente, Juanjo. Tienes un verdadero talento. Este plato merece estar en nuestro menú de primavera. —dijo Massimo, finalmente, con una sonrisa aprobatoria.

Juanjo sintió una ola de alivio y satisfacción. Había superado su primera prueba con éxito. El resto del día transcurrió en un frenesí de actividad, pero con cada tarea, Juanjo sentía que se integraba más en el equipo.

Al final de su primer día, Ruslana se acercó a él mientras se quitaba el delantal.

—Buen trabajo hoy, Juanjo. Massimo está muy impresionado, y el equipo también. Bienvenido oficialmente a "Bella Grande". —dijo la pelirroja, con una sonrisa.

—Gracias, Ruslana. Estoy emocionado por lo que viene. —respondió Juanjo, sintiendo una nueva ola de energía y optimismo.

De camino a casa, Juanjo pensó en lo lejos que había llegado y en el futuro que estaba construyendo para él e Isabella. Sabía que aún había muchos desafíos por delante, tanto en el trabajo como en su vida personal, pero también sentía que estaba en el camino correcto.

Al recoger a Isabella de la escuela, la niña corrió hacia él con una sonrisa radiante.

—¡Papá, hoy dibujamos en clase y Martin dijo que mi dibujo era muy bonito! —exclamó Isabella.

—Estoy muy orgulloso de ti, cariño. ¿Sabes qué? Hoy fue un buen día para mí también. —dijo Juanjo, abrazándola.

Mientras caminaban juntos hacia su hogar, Juanjo sintió una nueva chispa de esperanza. Madrid era una ciudad de oportunidades y desafíos, pero también de nuevos comienzos y sueños. Y aunque el dolor de la pérdida de Sofìa nunca desaparecería, Juanjo sabía que con Isabella a su lado, podían construir una vida llena de amor, recuerdos y nuevas aventuras.


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Hellooooo, lamento mucho la demora pero ya les dejo este capitulo cortito pero bonito, quería profundizar un poco más sobre ambos antes de meterme full en sus interacciones. 

Que les parece?  Las amoooo <3 

lecciones del corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora