la junta

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El timbre de la escuela sonó, indicando el final de las clases por el día. Martin se dirigió a la sala de profesores, donde estaba programada una junta para discutir el próximo evento especial para los padres y alumnos. La directora, la Sra. Martínez, esperaba a todos con una lista de temas a tratar.

—Buenas tardes a todos. Gracias por venir. —comenzó la Sra. Martínez cuando todos estuvieron sentados—. Hoy necesitamos discutir ideas para nuestro próximo evento para involucrar a las familias y fortalecer la comunidad escolar. Además, necesitamos recaudar fondos para las clases de arte y deportes.

Los profesores empezaron a lanzar ideas: una feria, una noche de cine, una venta de pasteles. Cada propuesta tenía sus méritos, pero no parecía captar completamente el entusiasmo del grupo.

—Necesitamos algo que realmente involucre a las familias y a la comunidad. —dijo la Sra. Martínez—. Algo que atraiga a una amplia audiencia y que todos disfruten, y que también nos permita recaudar fondos de manera efectiva.

—¿Qué tal una clase de cocina para padres e hijos? —sugirió la Sra. Rodríguez, la profesora de inglés, con una sonrisa cómplice—. Podríamos tener una actividad divertida y educativa donde todos puedan participar. Y si podemos conseguir a un chef conocido para dirigirla, sería aún mejor. Al final, podríamos subastar los postres y platos preparados para recaudar fondos para las clases de arte y deportes.

Hubo murmullos de acuerdo y emoción en la sala. La Sra. Martínez asintió con interés.

—Es una idea interesante, Sra. Rodríguez. Tendríamos que ver la logística del evento pero eso podría marcar mucho la unidad en las familias. Lo único que me preocupa es que tendríamos que contratar a un chef y no se trata de que todas nuestras ganancias se vayan en eso — comentó la directora —¿O alguno de nosotros aquí cocina bien? — eso trajo las risas de muchos profesores que movían en forma negativo su cara.

La Sra. Rodríguez intercambió una mirada con la Sra. Gómez, la profesora de arte. Ambas sonrieron antes de que la Sra. Gómez hablará.

—Conozco a alguien que podría ayudarnos con eso. ¿Han oído hablar de Juanjo Bona? Es el chef del famoso restaurante italiano Bella Grande aquí en Madrid. Es muy conocido y respetado en la comunidad gastronómica. Y su hija está en nuestro colegio.

Martin se quedó sorprendido al escuchar el nombre de Juanjo mencionado en un contexto tan prestigioso. Sabía que Juanjo era un excelente chef, pero no tenía idea de que fuera tan famoso. Además, le molestaba que las maestras supieran tanto sobre la vida privada de Juanjo, especialmente sobre Isabella. Se le hacía invasivo que tuvieran esa información.

—¿Juanjo Bona? —preguntó la Sra. Martínez, intrigada—. He oído hablar de él. Si lográramos que participara, sería un gran impulso para nuestro evento. ¿En qué grado se encuentra su hija?

Las miradas se volvieron hacia Martin , quien decidió intervenir, sintiendo que era el momento adecuado para hablar, aunque la incomodidad seguía presente. —En realidad, no conozco mucho a Juanjo. Apenas hemos hablado algunas palabras, pero sé que está muy ocupado con el restaurante. No estoy seguro de si aceptará.— comentó Martin honestamente, sabía que ahorita Juanjo e Isabella estaban atravesando por cambios y lo último que quería es que Isabella se viera más presionada a algo que no estaba lista.

Las maestras lo miraron medio feo, con una mezcla de decepción y desafío en sus rostros. La Sra. Rodríguez fue la primera en hablar.

—Si tú no puedes preguntarle, nosotras podemos hacerlo. Conocemos a alguien que trabaja con Juanjo.

Martin sintió un pequeño pique de irritación. No le gustaba que lo presionaran ni que se inmiscuyeran en las familias de sus alumnos

—No, está bien. Yo le preguntaré. —respondió Martin , un poco a la defensiva.

La Sra. Rodríguez y la Sra. Gómez parecían dispuestas a discutir más, pero la Sra. Martínez levantó una mano para detener la conversación.

—Basta, por favor. —dijo con firmeza—. Martin, entendemos que la situación es complicada. Pero, por favor, intenta hablar con Juanjo de manera amable y cortés. Si él no puede o no quiere participar, ya veremos qué hacer. Confío en que harás lo mejor posible.

Martin asintió, sintiendo un peso en sus hombros. Sabía que tenía que manejar la situación con tacto y cuidado.

—Hablaré con él mañana que venga a dejar a su hija y les informaré lo antes posible. —dijo, sintiendo una mezcla de orgullo y responsabilidad.

La junta continuó, con los profesores discutiendo más detalles sobre la logística del evento y cómo podrían organizar la clase de cocina. Martin, sin embargo, no podía dejar de pensar en cómo le pediría a Juanjo que participara. Sabía que Juanjo podría estar dispuesto a ayudar, pero también entendía lo ocupado que podía estar. Y sobre todo, le molestaba que su vida personal y la de su hija estuvieran siendo discutidas tan libremente.

Al finalizar la reunión, la Sra. Martínez agradeció a todos por sus aportes y sugirió que se mantuvieran en contacto para seguir coordinando los preparativos.

Martin salió de la sala de profesores, pensando en cómo plantear la propuesta a Juanjo. Se dirigió a su casa, donde Isabella lo recibió con un abrazo. Mientras caminaba hacia su departamento, no podía dejar de preocuparse por Isabella. La había visto retraída durante el día, sin participar activamente en las clases. Sabía que algo estaba mal, y no podía evitar sentir que su corazón se rompía cada vez que veía a la pequeña. Isabella se hacía chiquita cuando sus amigos hablaban de sus mamás, siempre callada, con una tristeza que le pesaba en el alma.

Finalmente, llegó a su casa, donde se sentó en el sofá y trató de organizar sus pensamientos. Necesitaba encontrar la manera de ayudar a Isabella a adaptarse y, al mismo tiempo, debía hablar con Juanjo sobre el evento de la escuela.


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Holaaaaaaaaaaaaa, como estaaaaaaaaaaan? Volví!! jaja perdonenme la vida por tardar tanto en actualizar pero aqui esta, algo chiquito pero importante, ya me voy a comprometer a avanzar por que la historia me encanta. Lo juro

Espero que la depre post gira OT no les este pegando tan fuerte como a miii que no paro de llorar :(

Espero que les este gustando! Las qm qm qm qm qm

lecciones del corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora