Reino de los Sangre Mágica, Este del mundo;
Bosque de las Setas de Ensueño.
El sol comenzaba a descender de manera lenta en el horizonte, tiñendo el cielo de tonos cálidos y dorados que se reflejaban en el manto blanco que cubría los suelos de aquel mundo. El aire estaba frío y fresco, pero la luz del atardecer confería una sensación de tranquilidad a la escena.
Los ojos dorados de Ahmok contemplaban junto a una nostálgica sonrisa el deceso de esa magnificencia.
A la par, la bulla de los prudentes pasos de los lobos de hielo resonaban en el soplo del viento que se dirigía a la entrada de otro bosque, uno que protegía árboles que levantaban entre las ramas hojas grisáceas, emitiendo aromas finos y delicados.
La sinfonía creada por las aves y zorros le dieron la bienvenida a Ahmok y K'itam, cuyos rostros reflejaban la expectativa de hallar el corazón de Iraia entre esos arbustos.
Por desgracia, sin importar el anhelo, sus posibilidades eran nulas. A diferencia del hallazgo de la gema de Kahu, no tenían ninguna pista referente a su paradero.
Lo supieron al instante.
Ahmok le había revelado a su Lekva, días posteriores de haber abandonado el Bosque de los amantes perdidos, sobre lo que recordó la tarde en que discutieron. Expresó cada palabra que revocó de los relatos de su abuela, sin saltarse ningún dato.
Por lo menos, lo que llegó a recuperar.
Luego de contarle que quizá un corazón congelado estaría en el árbol del lago Argo, los dos se percataron que sería complicado encontrar el otro con facilidad. Después de todo, si Kororia no lo había hecho durante sus años de Vigilante, ¿cómo podrían ellos? Aunque, tampoco sabían cuánto tiempo estuvo ella junto a la pareja antes de desaparecer.
El verdadero pasar de las Estaciones de Nevado, no de lo que decían las historias de Ujo.
K'itam conocía las Eras Cristal transcurridas desde la llegada del segundo Vigilante hasta él, pues fueron alrededor de ciento veintiséis, según revelado en el libro que su padre le entregó. Además, si se contaba el período que pasó cuando las rejas se crearon antes de que su ancestro encontrara la pareja... estaba seguro de que sucedió hacía bastante.
El albino se sostenía con la creencia de que Kororia no pudo localizar el otro corazón alrededor de varias Estaciones Nevado. No solo afirmaba ese dato, sino que descubrió algo que no le agradaba del todo.
Esa tarde, cuando abandonaron el lago Argo, para el Vigilante le fue inevitable no dejar de repasar lo que vio en el instante que tocó el corazón de Kahu. Era tanta su incertidumbre que el Sangre Cálida se percató del cambio de ánimo.
ESTÁS LEYENDO
Corazón congelado | ONC 2024 |
RomanceEn el Reino de los Sangre Mágica, donde la nieve alberga dos corazones congelados, Ahmok descubre una maldición, una que ha condenado a dos amantes. Para liberar a esa pareja y poder estar con el hombre de quién se enamoró, emprende la misión de reu...