Parte 31 Negociasiones

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Tras varias horas bebiendo y compartiendo historias, pude notar cómo el Capitán Cutter ya no se sentía tenso cerca de Tartarus. Me atrevería a decir que toda hostilidad y desconfianza se disiparon desde que comenzamos a relatar anécdotas de nuestras culturas y combates. En mi caso, hablé de mis entrenamientos con mi maestra, quien más tarde se convirtió en mi madre. Debo admitir que disfruté viendo sus caras llenas de incredulidad al contarles cómo me entrené, soportando disparos con fuego real para refinar mis sentidos y caminando desnudo en un desierto con dos soles mientras sufría alucinaciones. Lo que más me gustó fue narrarles la batalla en el planeta Talee. Una vez que Cutter escuchó toda la versión, comprendió por qué mencionaba esa batalla con tanto cariño y sed de sangre. En ese enfrentamiento, salvé a una raza entera de ser exterminada y esclavizada por una especie invasora. Cutter compartió mi desprecio por la República, debido a su ineptitud al manejar el asunto y su falta de profesionalismo al no investigar los hechos antes de declarar una guerra. Pasé un tiempo más mencionando todas las razas que conocí, mis batallas y las alianzas que formé gracias a ellas. Esto me valió un brindis de todos de todos los presentes, ya que algunos de los clones que me acompañaron en aquellas batallas recordaron cuando fuimos a las minas de Kessel para salvar a los Wookies. En aquel entonces, no tenía más protección que mi ropa de tela, y estuve dispuesto a regresar por ellos cuando fueron acorralados y pensaron que iban a morir. Recordaron cómo, a pesar de recibir disparos, me negaba a dejarlos atrás y estaba dispuesto a morir para salvarles la vida. Después de contar esto, Cutter y Tartarus me miraban de otra manera. No esperaban que alguien como yo hubiera realizado ese tipo de acciones. Usando el Medibacta, logré mover mi cuerpo lo suficiente para mostrar las cicatrices que gané en mis batallas, variadas y profundas. Tartarus gruñó en señal de respeto, y Cutter se sorprendió de que siguiera con vida, aunque bromeó ligeramente sobre mi terquedad en "no dejarme matar fácilmente", algo con lo que estuve de acuerdo. Después de un par de copas más, vi cómo los Monitores se acercaban hacia mí. Me despedí de ellos para dejar que me llevaran a una instalación médica. Quizás podría convencerlos de que me permitieran llevar parte de su tecnología, después de todo, es para salvar vidas, no para quitarlas. Al fin y al cabo, todos quieren armas poderosas, pero muy pocos piden lo más importante siendo estos los suministros médicos despues de todo se usarian para uno mismo como tambien para todos quienes lo acompañan al fin y al cabo me consideraba un hombre justo como tambien honorable y con moral ya que sentia que seria una burla al sacrificio de los soldados si no me preocupara por su salud y proteccion despues de todo si ellos aun seguian con vida no solo fueron por mis estrategias sino por las armaduras actualizadas que se les dieron una vez que hable con Nala Se sobre ese asunto con anterioridad siendo un blindaje un tanto similar al de los soldados de la antigua republica siendo robustos como tambien lleno de compartimentos despues de todo si ellos van a acompañarme en batallas mas y mas peligrosas lo minimo que puedo hacer es darles mejores armas como mejor seguridad a lo que eso me recuerda que llevaba un tiempo sin hablar con Delta Squat y Thorn despues de todo necesitaba saber que mejoras les vendria bien para los clones despues de todo ellos son quienes presencian todo en el campo de batalla del mismo modo que tener una opinion al respecto me ayudaria saber que ambitos son necesarios para darles la maxima proteccion y eficiencia en el combate

Una vez me fui con los monitores usando su teletrasporte fue en ese momento en que Voridus llego a la base de los Desterrados donde alli se encontro a su hermano Pavium esperandolo mientras estaba convenciendo a sus soldados de que una rendicion era necesaria pero ellos que eran leales a la causa de Atriox estos mismos se negaban a escucharlo debido a que no eran como ellos siendo mercenarios sino que habian acompañado a Atriox desde el principio hasta el final aunque sabian de que no ganarian nada al eliminar al enemigo al menos podrian vengar la muerte de su lider y que mejor forma que hacerlo una vez el enemigo este con la guardia baja algo que Pavium fruncio el ceño en desagrado de como sus sub-oficiales parecian no quererlo escuchar sus ordenes pero en el momento en que llego Voridus su ceño antes fruncido se esfumo para en cambio ver con una sonrisa aliviada de volver a su hermano ileso algo que era tambien recibido por Voridus ya que por fin se sentia mas relajado como tambien seguro una vez llego a la base principal aunque estaba en reparacion al menos era algo que le brindaba una sensacion de que no serian atacados aunque se sorprendio en ver como todos los demas Sub-oficiales parecian desdeñosos de siquiera verlo pero para el mismo poco le importaba despues de todo era un mercenario no un soldado asi que una vez llego a lado de su hermano con su caracteristico saludo fue cuando empezo a relatar todo lo que vio incluyendo el tratado de rendicion algo que todos incluyendo su hermano dijieron que era un engaño del Espectro Plateado pero en cambio Voridus no lo penso asi ya que ,A pesar del miedo que sintió ante el hombre en silla de ruedas, el trato recibido fue respetuoso. No hubo intentos de eliminarlo ni de tomarlo como rehén. Voridus percibió una sinceridad en las palabras del Espectro Plateado, así como un cansancio por una guerra sin sentido. Recordó las palabras del almirante de como solo moririan sin un valor aparente del mismo modo que se les estaba ofreciendo lo que realmente querian y eso es terminar esta guerra que a fin de cuentas no tenia sentido por mas que uno le piense despues de todo nadie de los presentes sabia los objetivos de Atriox todos salvo Decimus que ya habia muerto hace tiempo asi que Voridus relató todo esto a los suboficiales, insistiendo en la sinceridad del Espectro Plateado. Aunque muchos aún desconfiaban, las palabras de Voridus empezaron a sembrar dudas en sus mentes. Pavium, viendo la determinación y sinceridad en los ojos de su hermano, decidió apoyarlo.

El Desertor del sistemaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora