Parte 62 Pequeñas grandes amenazas

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En la base de Cerberus, el Hombre Ilustrorio sostenía una intensa conversación con sus agentes sobre la última noticia , la Alianza había vuelto a ser rechazada por el Almirante Tusken y su Flota Tarkatan. A pesar de no haber entablado un combate directo, el hombre ilustrorio no podía evitar sentir respeto por El Almirante Tusken era un comandante que tomaba decisiones firmes y sin vacilaciones en el campo de batalla, lo que lo convertía en un adversario formidable. Su capacidad para ejecutar estrategias de manera impredecible representaba un riesgo significativo para cualquier oponente que confiara demasiado en sus propios planes , Sin embargo, el Hombre Ilustrorio sabía que El Almirante Tusken no compartía los ideales de Cerberus. La inteligencia reciente revelaba que el almirante había contraído matrimonio con una Quariana, una extripulante de la Normandia, conocida como Tali. Su boda, celebrada en Rannoch, dejaba en claro que el Almirante Tusken consideraba a las diferentes especies en pie de igualdad con los humanos. Este hecho reforzaba la convicción del Ilustrorio de que, aunque Tusken era un rival respetable, su enfoque humanocéntrico era diametralmente opuesto a la visión de Cerberus , Pero aun con eso tomado en cuenta , era bien sabido que el Almirante Tusken odiaba con una pasion tan ferviente como Cerberus a los Batarianos siendo el caso de como llego la noticia que cuando llego primero a la Galaxia , El con solo su nave insignea elimino en su totalidad a una Flota de esclavistas de Batarianos que se diriguian a Terra Nova , El Hombre Ilustrorio sabía que, a pesar de las diferencias ideológicas, este acto de agresión hacia los Batarianos podía ser un punto en común que podría utilizar. En el juego de poder entre especies,El Almirante Tusken había demostrado que no dudaba en aplicar la fuerza necesaria para proteger lo que consideraba justo. Pero el Ilustrorio también comprendía que su desprecio por los Batarianos no era suficiente para alinear al Almirante Tusken con los objetivos de Cerberus. Aun así, observaba cuidadosamente, esperando el momento en que las circunstancias pudieran ofrecerle una oportunidad para aprovechar esa tensión

Sin embargo, había un aspecto en el que podría gestarse un acuerdo, aunque fuera en secreto. El Hombre Ilustrorio sabía que el Almirante Tusken despreciaba y cazaba a la Flota de la Alianza Extranjera. Cerberus, a pesar de recibir apoyo de esta, sentía que eran utilizados como simples perros de guerra, enviados a combatir al Almirante Tusken sin consideración por su valía como organización. Esa perspectiva era inaceptable para el Ilustrorio , no permitiría que su gente fuera sacrificada en un juego de ajedrez donde sólo eran piezas desechables , La frustración crecía al darse cuenta de que Cerberus carecía de voz y voto en la Alianza, relegados a la posición de peones en un tablero controlado mayormente por alienígenas. Este punto de inflexión no lo toleraría. La humanidad no era un juguete ni un recurso prescindible , era la raza superior y debía ser tratada como tal. El Hombre ilustrorio se comprometió a encontrar una manera de manipular esta dinámica, buscando una oportunidad para forjar una alianza tácita con El Almirante Tusken, mientras preservaba la autonomía de Cerberus y la grandeza de la humanidad , Aun con todo esto en mente, había un detalle crucial en su plan ,  nadie de la Alianza debía enterarse de sus acciones discretas. El Hombre Ilustrorio era consciente de que la Alianza había infiltrado agentes que fingían ser fuerzas de apoyo para Cerberus. Esa sensación constante de ser vigilados, de estar al borde del sacrificio, era profundamente indignante. La idea de que, ante el más mínimo indicio de rebeldía, pudieran ser reemplazados por alguien más acorde a los planes de la Alianza, alimentaba su desdén

Esa vigilancia los convertía en marionetas, movidas por hilos que no podían controlar. El Ilustrorio no podía permitir que su organización cayera en esa trampa. Necesitaba actuar con astucia, como un verdadero maestro del juego, moviendo sus piezas con precisión y sigilo. Cerberus debía mantenerse un paso adelante, asegurándose de que sus verdaderas intenciones y acciones permanecieran en las sombras, lejos de las miradas inquisitivas de aquellos que no entendían la verdadera misión de la humanidad. La superioridad de Cerberus no solo dependía de su fuerza, sino también de su capacidad para operar en la clandestinidad, siempre en control de su propio destino , Perdido en sus pensamientos, desvió la mirada hacia un punto específico. Allí estaba uno de esos guerreros Sith, actuando como escolta bajo las órdenes de Darth Malgus. El Hombre Ilustrorio sabía que eso era solo una tapadera; la verdadera intención era mantenerlo vigilado. Aun si le diera la orden de dejarlo solo, sabía que no obedecería. En lugar de eso, se escondería, continuando con su vigilancia, aunque ahora lo haría en las sombras, lejos de la vista , Internamente, no pudo evitar preguntarse si esa era la misma sensación que experimentaba Shepard cuando servía al Consejo, siempre bajo la mirada atenta, temiendo que cualquier indicio de duda lo señalara como un traidor. La respuesta era clara ,  era el mismo sentimiento, la certeza de que, ante el más mínimo indicio de rebeldía, su posición podría desmoronarse , Esa percepción era algo que el Hombre Ilustrorio había aprovechado en su momento, cuando reclutó a Shepard para luchar contra los recolectores, cuando la Alianza y el Consejo de la Ciudadela le habían dado la espalda. Sin embargo, en retrospectiva, se dio cuenta de que había cometido un error crucial al pedirle a Shepard que no destruyera la base recolectora. En ese momento, había pensado en los beneficios para la humanidad, en cómo la tecnología recolectora podría ser utilizada en su favor. Pero ahora, al analizarlo con frialdad, comprendía que esas acciones estaban en contra de los ideales que decía defender. Había escupido sobre la misma humanidad que pretendía proteger, y esa revelación lo llenó de una renovada determinación ,  nunca más permitiría que su juicio se viera nublado por la búsqueda de poder o conveniencia. La humanidad debía ser salvaguardada, no solo en la batalla, sino en cada decisión tomada , Asi que decidio sacar provecho al sacar toda la informacion posible y si ese guerrero Sith se atrevia atacarlo tenia derecho total de que sus fuerzas lo abatieran despues de todo no era el unico en la sala sino que tambien sus Fantasmas tambien estaban escondidos en las sombras a la espera de actuar asi que con un tono tranquilo y sereno comenzo a hablar a su escolta siemre vigilante

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⏰ Última actualización: 6 days ago ⏰

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