Parte 27 Un Respiro de Alivio

135 11 2
                                    

Una vez que me desperté nuevamente, esta vez sin la visión de aquella mujer oscura, me sentí más tranquilo. Sin embargo, me preguntaba qué podría haber sido esa visión. ¿Era una premonición o una advertencia? Sea cual sea el mensaje, no podía comprenderlo. Decidí no seguir pensando en ello. Decidí dejar esos pensamientos de lado y me levanté de la cama, despertando a Tali sin querer. Ella soltó un gemido, cubriéndose más con la manta, claramente sin ganas de levantarse. Sonreí ante su somnolencia y la arropé de nuevo con cuidado. No podía culparla; el día anterior había sido agotador para todos menos para mí. La Jalea Real en mi flujo sanguinieo me ayudaba a recuperar energía rápidamente y mejoraba mi condición física. Después de dejarle una nota, salí de la tienda y vi cómo el amanecer empezaba a iluminar el campamento. Me sorprendió haberme levantado tan temprano.Aprovechando la oportunidad, decidí explorar el lugar me encontré con algunos que también habían madrugado y mantenían la vigilancia de los demás campamentos.Al caminar por el campamento, noté a algunos madrugadores vigilando. La UNSC y el Covenant, después de años de conflicto, aún mostraban desconfianza mutua. Sin embargo, mi presencia parecía calmar a ambos bandos, recordándoles que había traído la paz y puesto fin a su guerra interminable.Después de todo, había sido yo quien había entregado la paz y cerrado esta guerra que parecía interminable.A pesar de esto, en más de una ocasión, fui interceptado por un Elite que me pedía un duelo con espadas de energía. Me miraban como un oponente digno, y aunque acepté de manera un tanto retraída, siempre me preocupaba la falta de una forma de reducir la intensidad del corte. Un mínimo descuido podría ser fatal. Afortunadamente, no había ocurrido ninguna tragedia, y esos duelos me ayudaron a refinar mi técnica con las espadas de energía, lo que me complacía bastante.Mientras caminaba en dirección a algo parecido a una tienda médica, vi a la Doctora Halsey y a Nala Se saliendo de allí de manera bastante animada. Parecían amigas de toda la vida, riéndose y compartiendo historias. Verlas así me hizo sentir a gusto, viendo cómo se llevaban bien.

Halsey: Almirante Tusken, hemos estado buscándolo. Tenemos buenas noticias.

Alex: La escucho, doctora.

Halsey: Nala Se y su equipo han mejorado nuestros botiquines médicos. Los Medibacta ahora pueden cerrar heridas y detener hemorragias. Aún no pueden reparar fracturas graves o daños en órganos vitales, pero con financiamiento y los materiales adecuados, podemos lograr grandes avances.

Alex: En ese caso, se lo permito. Sin embargo, una vez que el Malevolencia esté reparada, regresaremos a nuestra galaxia. Nos llevaremos al Covenant con nosotros para evitar futuros conflictos o roces. Después de todo, sabemos que tienen una historia reciente llena de muerte y dolor.

Halsey: Es lo mejor, después de todo. Usted ya debe saber cómo es la ONI, ¿no es así?

Alex: Así es. También sé que el dolor de una persona no puede ser borrado de la noche a la mañana, a menos que se haya pasado mucho tiempo uno al lado del otro combatiendo lado a lado.

Halsey: Tiene razón, Almirante Tusken. También quiero que sepa que lo estaba buscando por otro asunto que requiere su presencia. Usted representa a los Separatistas en estos momentos.

Alex: De acuerdo. Dígame la hora y el lugar.

Halsey: Un Pelican lo recogerá en tres horas frente a la tienda de campaña en la que estaba. Lo llevará ante los altos mandos de la UNSC para discutir algo que solo puede ser tratado entre ustedes debido a su importancia. Desconozco los detalles.

Alex: Entendido. Volveré a la tienda. Espero que usted y Nala Se puedan tener una conversación en el Malevolencia. Quizás le sorprenda quiénes se encuentran allí. Si ve a un insecto enorme de color oscuro y ojos azules, quiero que sepa que son mis ingenieros Rachin. También estarán mis Sintéticos autónomos Geth. Podrían tener una conversación para solucionar el problema de la IA respecto a la Rampancia.

El Desertor del sistemaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora