Sweet Revenge (Quackity x tu)

5

"wey, ¿Dónde estás?"

"Me perdí, quería ir al baño por qué tú estabas tardando"

"Que pendeja, quédate hay voy a buscarte"

Después de que ignore tres llamadas por parte de quackity, le contesté sus mensajes y seguí platicando con Karl. Estábamos escondidos en el baño de mujeres para que no fuera a encontrarnos.

– De todo el tiempo que llevo conociendo a quackity, solo le conozco dos debilidades.– El exclamó mientras pensaba.– La primera serían las chicas o bueno tú mejor dicho

Me miró con una sonrisa y mirada pícara cosa que me hizo saber lo que estaba imaginando haci que me negué rápidamente.

– Y la segunda son sus dos mejores amigos Missa y Roier.– El solo río al ver mi mirada

– Pues hablemos con ellos.– Le dije y el solo hizo una mueca

– Lo que pasa es que hace años no se hablan y no se cómo comunicarme con ellos.– Hablo – Deberías enamorarlo en lo que pensamos otra manera de hacer que sufra, sirve que busco información aquí.

– Yo creo que romperle el corazón no sería la venganza que estoy buscando.– Le dije muy obvia

– Pero esa solo sería la primera etapa, debes distraerlo en lo que yo busco la información dentro de la empresa, no tienes idea de lo mucho que trabajo para llegar a la cima de este negocio.– Me explico y sonreí pues me gustaba como estaba planeando las cosas.– Mientras más alto, más dolorosa es la caída.

– Eres un genio karl.– Le sonreí un poco – Aunque yo no sé cómo conquistar a una persona nose si lo valla a lograr.

– Yo se que lo vas a lograr confío en ti.– Dijo para darme ánimos – Aparte eso es mucho más fácil que andar buscando documentos confidenciales sin que el me atrapé.

– De acuerdo, me debo ir ya andes de que nos descubra.– Dije y el solo asintió –Me llamas si descubres algo.

Nos dimos un abrazo de despedida, y salí casi corriendo del baño, estaba a punto de chocar con quackity.

– Veo que si lograste encontrar el baño.– Me dijo mientras reía y yo lo mirabas algo apenada.

–Si, estuve dando muchas vueltas pero lo encontré.– Reí un poco.

– Que bueno por qué ya me había cansado de andar jugando a las escondidas.– Me dijo mientras me sonreía.

En eso escuché que la puerta de el baño se estaba abriendo, sabía que tenía que sacar a quackity de hay antes de que descubriera a Karl.

– Sabes que tengo mucha hambre haci que vamos.– Dije para jalarlo dentro del ascensor.

–¿Y por qué tanta prisa flaca?.– Dijo cuando literalmente lo había empujado dentro del ascensor.

– Ya te dije que tengo un chingo de hambre.– Le dije mientras suspiraba aliviada cuando vi que presiono el botón que nos llevaría a la planta de abajo.

– Entonces vamos a qué pruebes las mejores enchiladas suizas de tu vida.– Me dijo mientras yo solo sonreía –¿Por qué sonreiste? ¿Será por qué logre causar algo positivo el tu vida?.

– En mi vida no hay nada positivo.– Le dije con sinceridad y el solo río.

– Debes admitir que al menos ya no te sientes tan sola como antes.– Me dijo cerca del oído cosas que me puso nerviosa – Pues eso es lo que buscabas cuando me buscaste ¿No es haci?.

Cuando las puertas del ascensor se abrieron lo empuje de nuevo para salir casi corriendo, el me alcanzó mientras reía a carcajadas.

– Entonces haci son las cosas.– Dijo burlón – Hago que te pongas nerviosa.

– No es cierto, solo no me gusta que me quiten mi espacio personal eso es todo.– Le dije mientras los dos salíamos de ese gran edificio.

– Voy a notar eso en cosas que seguiré haciendo aunque te moleste.– Dijo la actitud más arrogante –¿Entonces si quieres que te lleve a comer enchiladas?.

Yo asentí sin contestar, en lo que caminábamos hacia el auto. Abrió la puerta y entre para que el cerrará la puerta y subiera también.

– Oye tengo una pregunta.– Dijo rompiendo el silencio que se había formado, tenía la vista puesta en el camino –¿Que piensas hacerle al asesino de tu mamá?.

Lo volte a ver y vi que estaba apretando el volante, supuse que estaba algo nervioso.

– Pues tal vez junte pruebas para ponerlo a la cárcel.– Le respondi – O tal vez... Lo mate.

Mire como tragó saliva y yo sabía que no era buena idea decirle que mi plan era matarlo.

–¿Pero si el no tuvo la culpa?.– Me pregunto.

–¿Cómo no va ser su culpa? Mamá tenía un disparo en el pecho, no creo que eso haya sido un accidente.– Le respondi, un escalofrío recorrió mi espalda cuando recordé esa noche.

– Pero a veces las cosas no pasan como pensamos.– Alego de nuevo.

–¿Estás defendiendo al asesino?.– Le pregunté interrumpiendolo.

– Claro que no, solo te digo que deberías escuchar la versión de los hechos de la persona.– Seguía con lo mismo.

– A ver, pongamoslo de esta manera.– Le dije rápidamente – Si tu fueras el asesino de mi madre ¿Que explicación me darías sobre la noche de los hechos? ¿Cuál sería la razón para quitarme a mi mamá? ¿Pensarías que ella merecía eso?.

Me miraba como si pensara en qué responder, segundos después freno de repente el auto, por la conversación casi nos pasábamos un semáforo en rojo y eso casi provoca un accidente.

– Mira flaca la verdad es que yo no quería insinuar que tú mamá merecía eso.– Me respondió – Lo lamento si lo entendiste de esa manera.

Cuando el semáforo cambio a verde, nadie volvió hablar en todo el camino.