IX

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- ¿Puedo hacerlo, pequeña? - Dijo la Alfa mientras acariciaba lentamente el vientre de la Omega.

- Claro que puedes, cariño, soy tu Omega y tú eres mi Alfa. - Amity acarició la mejilla de Luz.

Luz solo sonrió y comenzó a besar lentamente el abdomen de la Omega, ambas ya desnudas y listas para procrear a su primer cachorro.

A la hora de hacer el amor, Luz siempre le preguntaba a la Omega si estaba segura de querer hacerlo.

Amity amaba ese pequeño detalle de la Alfa, no era dominante como otros Alfas, cuando la Alfa quería follar, la Omega siempre tenía que ceder.

Su Luz no era así, Luz siempre era caballerosa y preguntaba si estaba dispuesta, Amity algunas veces cedía como otras veces no. De hecho, Luz ni siquiera se molestaba o se incomodaba si Amity le decía que no.

Luz siempre respetaría las decisiones de su Omega, así tuviera que aguantar bastantes ganas.

Luz era una Alfa muy educada, no como el resto de Alfas descerebrados que solo piensan en sexo y en marcar al Omega y ya.

Después de haber dado más besitos en el vientre a Amity, Luz fue bajando más y más, beso la vagina de Amity y luego bajo hasta la entrada de la Omega.

- Mi amor, ¿Me permites probar tu tentadora esencia? - Dijo la Alfa viendo el lubricante natural de la Omega escurrir por su entrada y muslos internos.

- Claro, Alfa, hazme tuya como tantas veces lo haz hecho. - Dijo Amity abriendo más sus piernas.

Luz solamente sonrió y se acercó a la entrada de la Omega, roja y necesitada de la Alfa.

Luz se acercó lo suficiente para empezar a degustar el delicioso sabor del lubricante de la Omega.

Era totalmente delicioso, el lubricante de un Omega era todo un manjar para un Alfa, y en este caso, el dulce lubricante de Amity era un manjar para Luz.

Amity, por su parte, gemía al compás cuando sentía la lengua suave y húmeda de Luz rozar su entrada.

Tal vez por naturaleza Amity ya estaba húmeda, pero Luz amaba preparar a su Omega, y la Omega amaba que su Alfa la preparara.

- L-ucy~ - Gimió la Omega al sentir a su Alfa pasar más y más rápido su lengua por su entrada.

Luz se separó para poder ver a su Omega, y Amity tuvo la escena más erótica cuando vio a su Alfa.

Luz ya con los cabellos revueltos, su corta cabellera desordenada era lo más erótico y hermoso para ella, su Omega.

Sus labios teniendo una pequeña conexión de saliva y lubricante, lo más caliente para la mente de la Omega.

La Alfa sonrojada y recuperando el aire perdido al estar tanto tiempo pegado a la dulce entrada de su Omega.

Todo era sumamente perfecto, ambas se iban a entregar al amor y a la pasión, iban a hacer al cachorro más hermoso y lleno de amor.

- Lu-Lucy~ - Gemía la Omega cuando sintió el cosquilleo en su entrepierna.

- C-cariño~, l-lo voy a ha-cer~ - Dijo Luz sintiendo su climax también cerca

- H-Hazlo, Luz... Anúdame. - Pidió la Omega al sentir como su Alfa iba disminuyendo sus embestidas.

Luz simplemente sudaba, ya era hora de hacer lo que Amity le había estado pidiendo durante toda la sesión de sexo. Ya era hora de hacer el nudo y lanzar todos sus cachorros dentro de la Omega, ambas ya estaban listas para eso.

- Ah~ - Gimió Amity al sentir sus fluidos viajando sobre el miembro de su Alfa.

- Eres muy linda, bebé. Es mi turno ahora. - Dijo Luz sentando nuevamente a Amity sobre su polla.

Luz dio otras pequeñas estocadas y, luego, su glande comenzó a hincharse, indicando que su nudo se estaba formando.

Amity soltó un chillido al sentir la punta de la polla de su Alfa hincharse en su interior, luego de eso, venía la parte que ambas amaban.

Luz comenzó a soltar grandes chorros de esperma dentro de la Omega, mientras que la Omega aún soltaba lubricante en la polla de la Alfa.

Ambas se sentían completas, se consumieron en el acto sexual y ya era hora de tener su cachorro, la primera alegría de la casa.

Amity esperaba pacientemente aún sentada sobre la polla de Luz esperando a que el nudo bajara, aunque claro, su lubricante aún seguía chorreando.

"¿Debería preguntar si Amyy quiere otra ronda?" Pensó Luz viendo a su Omega aún sentada sobre ella.

Luz no quería presionar a su Omega, pero de verdad quería otra ronda, por alguna extraña razón las hormonas en su cuerpo estaban totalmente alteradas.
Como un cachorro en pubertad.

- A-Amyyy~ - llamó Luz a la Omega, quien de inmediato bajo su vista a la Alfa sonrojada.

- ¿D-dime, lobita? - Dijo Amity sentada sobre la polla de Luz. El nudo aún no bajaba.

- Bueno... T-tú sabes que n-no me gusta presionarte. P-pero por alguna extraña razón yo... Ammmm... Yo... - Murmuraba Luz nerviosa.

Luz podría tener veinticuatro años, era una Alfa adulta técnicamente, pero sus actitudes eran de un jóven Alfa enamorado de su primer Omega.

Amity sabía lo que quería su Alfa, lo olía en el aire y en el sonrojó y puchero de la Alfa, sabía que quería una segunda ronda.

Aunque sus contactos sexuales no hayan sido muchos durante sus años juntas, Amity era muy resistente aunque no lo pareciera. Perfectamente estaba hecha a las medidas de Luz.

- Ya sé lo que quieres, cariño. - Amity sonrió y acaricio la mejilla de la Alfa.

Si algo amaba Amity, era a su Alfa sonrojada y actuando como una cachorra enamorada.

- ¿E-en serio? - Preguntó Luz, más roja de lo que estaba antes.

- Sí, Alfa, y estaría muy bien hacerlo una segunda vez. - Amity se acercó a la Alfa.

Y ambas nuevamente aprisionaron sus labios con los de la otra, formando un beso que al principio era tierno y hermoso. Y luego lleno nuevamente de lujuria y pasión.

Otra ronda de emergencia no estaría nada mal después de todo.

Sweet AlphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora