todo mal

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Estabai en el aeropuerto, cagá de hambre y con frío. Pero con destino a tú país.

Te fuiste de ahí a los 10, actualmente teniai 16, pasaste 6 años viviendo en Suecia que era el país natal de tu mamá, la razón era porque toda tu familia de parte materna vivía ahí, y tú mamá quería que pasarai tiempo con tu abuela, que tenía una enfermedad terminal, pudo vivir mucho más de lo que le habían dicho los médicos, pero lamentablemente falleció a los 97, agradeciste el poder haber pasado los ultimos años con ella.

Ahora se devolvían a Chile, porque ahí estaba tu familia paterna, era todo un leseo pero te gustaba viajar.

El vuelo era de aproximadamente 20 horas y sin escalas, preferías ir en un solo viaje y tus papás también.

Te daba penita irte de Suecia porque habías hecho muchos amigos ahí, pero ibai a estar en contacto con ellos de todas formas. Lo que te tenía nerviosa era llegar a Chile, y encontrarte con tus amigos de la infancia, te ibai a vivir al mismo lugar de antes, ya que la casa había quedado en manos de tu familia paterna.

Esperabai que todo siguiera igual, que tus amigos te recordaran y reencontrarte con el Kei, que fue el amigo más cercano que tuviste, y el más especial por decirlo de alguna manera, aunque solo eran cabros chicos, siempre pensaste que el Kei era igual a tí pero en versión masculina.

Los dos eran curiosos y siempre andaban con energía, a él le gustaba el voley y practicaban de vez en cuando en el colegio y después de clases, en el colegio habias conocido a todos tus amigos, el kei iba en tu curso, y en los otros cursos estaba el tobio, el shoyo, el noya, el yams y el tanaka. Sabías que al kei le gustaba el voley ya que su hermano era la estrella del equipo, aun te acordabai de cómo el kei te hablaba de su hermano, siempre lo admiró y decía que era su ejemplo a seguir cuando grande. Esperabas retomar la amistad y seguir practicando voley juntos, tenías muchas expectativas.



(🪷)


-Está cambiada.

-Sigue igual, la vez asi porque creciste.-Tu mamá dejó las maletas en la entrada.-Aunque lo que cambió fue la pintura, y por acá hace falta verde.

Viste el jardín y efectivamente, faltaban plantitas, tu mamá era fan de las plantas y notaba altiro la ausencia de estas.

-De ahí van a venir mis hermanos a saludarnos, dijeron que venían con regalos.-Dijo tu papá, estaban sacando todas las maletas del taxi.

Asentiste y entraste a la casa, seguía igual pero no tanto, los muebles ahora eran más modernos, y se notaba que habían hecho unas ampliaciones, te daba mucha nostalgia. Subiste a la que era tu pieza, esta si seguía igual, con las mismas marcas en la pared, esas que hacías cada mes para ver si habías crecido. Los stickers pegados en la puerta y en la ventana, era verte a ti misma de cabra chica, y eso te daba penita.

Volver a verte  |  Tsukishima KeiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora