pijamada

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—Hasta que llegan.—El shoyo hizo pasar al duo que faltaba.

Llegaron recién a las 7:30, culiaos impuntuales.

—Perdón!!—El yams se disculpó.—Me quedé dormido.

—¿Y él tsukishima?—Preguntó el shoyo esperando alguna excusa por parte de él.

—No quería venir, el yamaguchi me obligó.

—Weon fome.—El ryu le tiro una papa que había por ahí, el tsukishima solo lo miró mal y le sacó la lengua.

—Yapo comamo que los estabamos esperando a ustedes nomas.—El shoyo puso los panes en el horno y llevo las cosas a la mesa de centro, en el sillon no caían todos asi que el yams y el tsukishima se sentaron en el suelo, pero con almohadas obviamente.

—¿Que vemos?—Preguntó el pelinegro.

—Videos de terror.

—Noo, que a mí de verdad me dan miedo.—La yachi se negó rotundamente.

—Veamos videos de gacha life.—Todos quedamos viendo al noya asi 😐.—Yaa pakepo, si algunos son buenos...

—Si, como por ejemplo...—Respondió el pelain.—Y también...

El noya se cagó de risa y le pegó un wate.

—Sonó rico.—El ryu lo miro enojao.

—Yo creo que el pan ya está bueno, ¿voy a verlo?—Preguntaste, el shoyo asintió y fuiste a ver los panes al horno, ya estaban buenos, asi que los sacaste y los fuiste dejando en los posa completos, que el shoyo tenía unos de perro salchicha.

—Ya están listos, vengan a buscarlos ustedes.—Dijiste mientras llevabas 2, uno para tí y uno para la yachi.

—Gracias!—La rubia te sonrió, más linda.

Asentiste en respuesta y te hiciste el completo, lo único que no le echaste fue mostaza, no te gustaba.

—Pongan alguna wea poo.

—Veamos Rapunzel.

—Se llama enredados.—Dijo el ryu.

—Es lo mismo, callao.—El noya puso rapunzel antes de que alguien diera respuesta, pero tampoco nadie se negó asi que se quedaron viéndola.

(...)

—Si fuera gay me comería al flynn.

Rió.—Pero si ya eri gay aweonao.

—A mí me gusta Gothel.

—A mí la mamá de rapunzel.—Dijo el noya.

Los chiquillos concordaron con él y siguieron hablando de quien les gustaba más y blablabla.

Por mientras tú y la yachi se actualizaban sus vidas, te contaba cómo le iba en el liceo y que en un momento tuvo que hacerle clases a el shoyo y el tobio, ya que eran más burros pal inglés.

—¿Sigues en contacto con tus amigos de Suecia?—Preguntó.

Asentiste.—Si, con algunos, hacemos videollamadas de vez en cuando.

—Que lindo que se sigan hablando.—Sonrió y asentiste, era muy cómodo hablar con la yachi, aunque se veía que se ponía nerviosa, pero tratabas de hacer el ambiente cómodo para ella.

—¿Quieren otro completo?—El shoyo les interrumpió la conversa.

Negaste.—Quedé sin hambre, gracias.

Volver a verte  |  Tsukishima KeiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora