SANGRE Y ESTRELLAS - CAP. # 4

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—ANTES DE QUE LO LEAS—

— ¡Perdón por esto!— I'm really sorry for this!— 心からお詫び申し上げます!


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Foolish abrió lentamente los ojos, sintiendo una mezcla de dolor y mareo . La habitación estaba en penumbra, iluminada solo por la tenue luz del amanecer que se filtraba por las ventanas. Al mirar a su alrededor, vio a los niños dormidos a los pies de su cama, sus pequeñas figuras acurrucadas en un profundo sueño.

Mientras trataba de mover sus miembros doloridos, una sirvienta entró en la habitación con una bandeja. Al verlo despierto, la dejó caer y salió corriendo del cuarto.

—¡Señor Vegetta! ¡El señor Foolish ha despertado!

En pocos momentos, Vegetta entró apresuradamente en la habitación. Su rostro, lleno de preocupación y cansancio, se suavizó al ver a Foolish consciente. Se acercó y se sentó en una silla junto a la cama, tomando la mano de Foolish con alivio.

—Has estado inconsciente durante cuatro días —dijo Vegetta, su voz temblando ligeramente.— Me alegra verte mejor, amigo. No puedo expresar lo aliviado que estoy.

Foolish trató de incorporarse, pero el dolor en su pecho lo detuvo. Vegetta lo ayudó a recostarse de nuevo con cuidado.

—No intentes moverte demasiado rápido. El veneno fue casi fatal, y tu recuperación ha sido lenta.

Foolish asintió, agradecido por la ayuda y la preocupación en los ojos de Vegetta.

—He dormido demasiado, espero poder volver a ser útil muy pronto.—dijo Foolish con dificultad, cada palabra causando un dolor punzante en su pecho pero manteniendo una perezosa sonrisa en sus labios.

Vegetta apretó la mano de Foolish con firmeza.

—Jamás me habría perdonado que murieras por defenderme a mí y a mi familia. Has hecho más de lo que cualquier amigo podría hacer. Tu valentía ha salvado nuestras vidas.

—Lo haría de nuevo, sin pensarlo. Eres mi amigo y mi lealtad está contigo y los tuyos, siempre.

Vegetta miró a los niños dormidos a los pies de la cama y luego volvió su mirada a Foolish.

—Los niños no han querido dejar tu lado. Han estado pendientes de tu recuperación día y noche. Te han llegado a querer mucho en este corto tiempo.

Foolish observó a los pequeños, su corazón llenándose de ternura.

—También los quiero. Tienen un gran espíritu, como su padre.

Vegetta sonrió, visiblemente conmovido.

—Hemos pasado por mucho juntos en tan poco tiempo. Y aunque hemos sufrido, también hemos encontrado fuerzas para continuar. No puedo agradecerte lo suficiente, Foolish.

La sirvienta regresó con una nueva bandeja, esta vez con una sopa caliente y agua fresca. Vegetta tomó la sopa y ayudó a Foolish a beber un poco, asegurándose de que estuviera cómodo.

—Descansa, amigo mío. Has hecho mucho por nosotros, y ahora es nuestro turno de cuidarte.

Foolish asintió, permitiéndose relajarse mientras el calor de la sopa aliviaba su cuerpo debilitado.

—Gracias, Vegetta. No podría haber pedido una mejor familia para proteger.

Vegetta se quedó a su lado, vigilando mientras Foolish volvía a dormirse. Los días siguientes fueron de recuperación y cuidado, con Mallorie, los niños y los sirvientes atendiendo a Foolish con dedicación y cariño.

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