Promesas hechas, promesas cumplidas

Capítulo 22

Izuku explica lo que pueden sobre su pelea con Shoto. ¡Los representantes de clase son votados! No pasa nada durante el almuerzo. ¡Y la Clase 1-A consigue algo de práctica en el USJ!

Explicar lo que sucedió durante la pelea le tomó a Izuku una buena media hora, principalmente porque tenían problemas para articular por qué se enojaron. En la superficie, era simple...le recordó a Izuku de Bakugo. Pero, como señaló Ochako...Izuku nunca me enojé con Bakugo. O al menos, nunca lo admitieron, y eso fue una llamada de atención para Izuku, porque lo fue cierto. Nunca lo abordaron realmente, pero, en algún lugar profundo, había un pozo de brutalmente reprimido ira hacia no solo Bakugo, sino toda su infancia.

Pensaron en la pelea que habían tenido con las chicas, y lo molestos que se enojaron mientras cazaban ballenas en el saco de boxeo. Cuánto siguieron hirviendo internamente, cuánto resentimiento estaba dentro de ellos, todas las emociones que habían pasado la mayor parte de su vida reprimiendo porque nunca se les había permitido admitir realmente a ellos. No solo no los llevaría a ninguna parte (a quién le importaría además de su mamá, y querían evitar molestarla tanto como fuera posible), sino que también...no lo era equivocado estar tan enojado? ¿Para mantener tal resentimiento? Los héroes no lo hicieron hacer eso.

...Por supuesto, los héroes no compran una esposa para crear por la fuerza un bebé diseñador para tomar el lugar número uno de héroe de All Might por alguna obsesión envidiosa, así que quizás Izuku no estaba pensando eso tanto como deberían. Eso, no les dijeron a las chicas sobre...if Shoto quería revelarlo, lo haría en su propio tiempo, todo Izuku les dijo que eran los dos unidos en la oficina de la enfermera, dijo, y ahora que Izuku sabía por qué Shoto no estaba usando su fuego, lo entendieron. No lo hicieron condonar y estaban tratando de hacer que Shoto usara más su fuego, pero también entendieron por qué no estaba dispuesto a usarlo en este momento.

No había muchas más cosas de las que hablar, de verdad. Todas las emociones que empujaban a través del vínculo eran algo que Izuku mencionó con vacilación, ya que se preguntaban si podría ser una ayuda u obstáculo, pero a decir verdad, ninguno de ellos realmente sabía qué hacer al respecto. Todavía no. Himiko sugirió que hablaran de ello con uno de sus mentores la próxima oportunidad que tuvieron, que era el mejor plan en el que cualquiera de ellos podía pensar. Aunque Izuku todavía comenzó otra sección de su cuaderno dedicada a descifrar los pros y los contras de la habilidad, una vez más llevó a ambas chicas a reflexionar silenciosamente sobre el espacio de martillos de Izuku para el poder de los cuadernos...pero esa era una pregunta para otro día.

Himiko bajó las escaleras para cenar para el trío, decidiendo comer en la habitación de Ochako...principalmente para que la morena pudiera evitar ser vista con su porción más pequeña, y usando la excusa de que Izuku todavía estaba cansado de la curación de Recovery Girl. Sin embargo, no pudo evitar la sonrisa que parpadeó en su rostro, una vez que fue testigo de Shoto en una profunda discusión con Yaoyorozu sobre...¿tea? De cualquier manera, se aseguró de informar eso a Izuku, que Shoto estaba llegando a sus compañeros de clase, lo que sabía que haría a Izuku más feliz. Fue divertido ver la sonrisa cruzar la cara de Izuku mientras sentían sus emociones a través del vínculo, como un pequeño y encantador indicador visual de lo que ya sabía.

Pero todo eso se sentó en la parte posterior en comparación con la escena que vio al entrar en la habitación, llevando una bandeja con tres comidas...y al ver a un Izuku tarareando suavemente cepillando el cabello de Ochako, la morena se inclinó ligeramente hacia atrás con los ojos cerrados y la satisfacción escrita en su rostro. Hizo que Himiko se sintiera cálida por dentro de una manera con la que estaba familiarizada y no, un revoloteo en su pecho que simplemente se sentía correcto. Esos 'instintos' de los que se les había advertido se estaban instalando cada vez más dentro de ellos, y sin embargo ninguno de los tres encontró dentro de ellos quejarse cuando todos se sintieron así reconfortante.