Promesas hechas, promesas cumplidas

Capítulo 4

¡El trío finalmente se reúne! Es hora de volver a casa, pero...no todavía, Izuku no piensa. Se acaban de encontrar una vez más, y él no está listo para dejarlos irse todavía.

Gracias a todos por lo mucho que han estado disfrutando de la historia hasta ahora, ¡espero que continúen disfrutando de dónde va la historia!

Himiko no podía recordar la última vez que fue tan feliz, y no quería que terminara. Sin embargo, después de que había pasado más tiempo del que ella consideraba, la enfermera había regresado y los había sacado suavemente de su oficina, dándoles a todos una sonrisa de abuela mientras lo hacía (aunque Himiko pensó que era extraño lo aguda que parecía ser su mirada, como si los estuviera examinando incluso cuando se fueron). Aún así...no le importaba, porque había encontrado ¡los! Su gente, su Izu y Chako! Apenas podía aguantar un chillido de alegría por el pensamiento.

Izuku ha insistido en que intercambien números y ella estaba a bordo, sin importarle si sus padres lo desaprobaban más. Tomó el examen, pensó que lo hacía bien, e independientemente de si llegaba o no, se estaba haciendo fuera de esa casa. Encontraría una manera de ser libre (incluso si temiera que Izu y Chako aprendieran lo que significaba su libertad). Cuando el trío salía de las puertas de la UA, todavía tratando de ponerse al día con una década de separación, se dieron cuenta de lo que significaba ser allí, fuera de las puertas.

Un silencio incómodo cayó sobre ellos, ninguno de ellos quería decir las temidas palabras, mientras el sol se sumergía en el horizonte. Pero una punzada en su mente le hizo mirar desde donde había caído su mirada, viendo a Ochako haciendo lo mismo que ambos se volvieron para mirar a la adolescente de cabello verde, sus puños se apretaron libremente cuando parecía conformarse con algo. Se aclaró la garganta. "Um...¿están ustedes dos, uh...headed a casa entonces?"

"Mi casa está muy lejos, así que yo uh...got una habitación para la noche en un hotel?" Ochako respondió tímidamente.

"Yo también! Un largo viaje en tren, así que sí, iba a pasar la noche aquí y luego regresar a casa", agregó Himiko.

Izuku asintió. "Pensé que sí, ya que estás tan lejos. Um...then...ven a casa conmigo!" prácticamente gritó, sus ojos se abrieron de par en par un momento después cuando se dio cuenta de cómo sonaba eso. Rápidamente retrocedió. "N-n-no así! Quiero decir, a mamá le encantaría verlos a los dos, y le encantaría invitarlos a cenar, y sería una cena muy agradable porque ella está haciendo mucho para celebrar los exámenes, y podemos pasar más tiempo juntos ya que no tienes que ir a casa todavía!"

Los ojos de Himiko se abrieron de par en par, antes de que su mente cayera directamente en los cálculos. No era como si sus padres tuvieran una manera de hacerlo decir si había usado la habitación, y había traído todo con ella al examen para que no tuviera que volver aparte de dejar la llave por la mañana y salir...y ella realmente lo hizo no quiero dejarlos. "Sí! ¡Podría venir! Sería súper divertido!" ella dijo, sonriendo ampliamente (sin sus dientes visibles).

Ochako parecía conflictiva, su expresión severa al principio. Después de un momento, se rió nerviosamente. "No sé, no estoy realmente colgado", sus palabras fueron interrumpidas por un gruñido fuerte y molesto de su estómago que la hizo enjuagarse e instantáneamente enrollar sus brazos alrededor de su abdomen, las otras dos risas sofocantes mientras miraba hacia el suelo, su cabello cubriéndose los ojos y bloqueándola por un momento. Después de unos segundos, suspiró. "Sí, está bien. Yo también iré. Quiero ponerme al día con ustedes."

"Grande! ¡Déjame decirle a mamá que podemos empezar a caminar ahora! No está lejos, es solo así!" Izuku dijo, teléfono en la mano mientras sonreía ampliamente a las dos chicas, que ya las llevaban a casa.