SS | ❝Sé que pude amarte, pero no me lo permitiste.❞
En el castillo de Fuerte Terror, Cregan Stark, el legítimo señor de Invernalia, busca la ayuda de lady Morrigan Bolton para recuperar su posición usurpada por su tío. Sin embargo, las antigu...
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BRUZE BOLTON SE HABÍA CASADO CON GRYMM RYSWELL cuando tenía veintiún años y ella era una doncella que recién había cumplido sus dieciséis días del nombre. Luego de su unión, siguieron juntos por casi dos décadas en un matrimonio dónde Morrigan no sabía si el amor alguna vez nació entre ellos como cantan los bardos del sur sobre un esposo y esposa. Sin embargo, lo que ella recordaba es que su deber como padres y señores siempre estuvieron primero, creando un ambiente respetuoso para sus dos hijas.
La casa Ryswell era famosa por el amor de un padre a su hijo que lo devolvió al Muro cuando escapó y luego pasó el resto de sus días con la Guardia de la Noche para estar a su lado. El amor de una madre no era menos osado; la propia dama de Fuerte Terror recordaba que los días en que ella vivía, el castillo se sentía menos frío, incluso en el gélido invierno. Al morir, no creía que su padre se hubiera vuelto distante con ellas, Morrigan diría que su pérdida los acercó, pues de pronto, ya no había nadie que estuviera a su lado, vigilando sus lecciones y escuchando sus preocupaciones.
Los Bolton no eran sentimentales, pero su sangre de los primeros hombres los hacía ser prácticos para asegurar su futuro. Bruze se dio cuenta que estaba sólo en la inmensidad de un castillo que tenía el eco de víctimas pasadas entre sus paredes, buscando los fantasmas de sus vástagos que habían muerto en el vientre o por fiebre de Aguasgrises. Su esposa se había ido, pero aún tenía dos muchachas vivaces que sabían el significado del lema de su casa: "Nuestras espadas están afiladas".
Morrigan creía que su padre cambió la forma en que la veía, cuando volvió de un viaje al Bastión de Kar y la encontró con el vestido ensangrentado esperando afuera de su habitación junto a Barba, ella intentaba consolarla. Habían sido atacadas por lobos salvajes y su madre se llevó la peor parte. Sin embargo, la noche en que Bruze Bolton renunció a la idea de un hijo, fue en la luna llena que encontró a su señora esposa con una daga clavada en el pecho, pues ella había preferido una muerte rápida antes que la rabia consumiera su cordura.
Con la partida de su madre, Bruze les enseña dos lecciones que todo descendiente de Royce Brazo Rojo debía saber si quería que su pueblo sobreviviera al invierno:
