Lucky #17

3

Dahyun solía viajar mucho.

Era común no encontrarse con la chica en su hogar nunca, siempre tenía cientos de recitales a los cuales asistir para interpretar piezas de piano que ella misma habia compuesto, pero esa vida la quemó rápido. Un día, en medio de uno de los tantos conciertos, se dio cuenta que ya no disfrutaba tocar el piano para tantas personas como en un principio lo hacía y decidió darse una pausa.

Que Kim Dahyun dé un paso al costado de la música clásica fue un golpe para muchos pero otros una alegría, la mayor competencia de varios músicos habia salido del punto de enfoque de todos.

Así que era raro para sus padres verla preparar sus maletas para tomar un vuelo a Busan para un recital. — ¿Tienes todo, corazón? —Su madre la ayudo a cerrar su bolso de mano.

—Sí, parece mucho pero planeamos quedarnos unos días más con las chicas y Myung para recorrer la ciudad.

— ¿Planearon? —Su padre llevaba sus dos pesadas maletas para bajarlas a la sala.

Suspiro. —Chaeyoung y Tzuyu me obligaron.

—Y las apoyamos. —Su madre rio por lo bajo mientras acariciaba su espalda con cariño. —Es bueno que salgas con tus amigas, que viajes con ellas y te distraigas.

—No puedes estar siempre encerrada en tu habitación, hermanita. —Myungsoo se acercó con una sonrisa a su padre para ayudarlo, las dos mujeres estaban en la cima de las escaleras aún. —Nos divertiremos, ya verás.

—Quién sabe si no encuentras el amor por allí. —Su padre guiño un ojo hacia su dirección y ella simplemente rodo los ojos, bajando por fin.

—Sigue soñando papá.

—Vamos muñequita ¿No sería lindo tener un alfa a tu lado que te cuide?

—Puedo cuidarme sola.

—Lo sé, pero es mejor tener a alguien a tu lado que te ayude y sea un soporte para ti.

—No, gracias. —Dejo de lado sus slippers para colocarse sus zapatos en la salida. —Puedes conseguirle omega a Myungsoo, no te ilusiones mucho conmigo en una relación.

El hombre suspiro, decidiendo dejar de lado la conversación porque terminaría como siempre: una discusión. —No me daré por vencido.

—Ser insistente a veces no trae nada bueno. —Tomo sus lentes de sol para apoyarlos sobre el puente de su nariz, colocándose su gorra y un abrigo ligero para protegerse del sol. —Es hora de irse, el vuelo sale en cuarenta minutos.

Ambos adultos se acercaron para abrazar y despedir a sus hijos, deseándoles suerte y pidiéndoles que cuidaran al otro. Afuera se encontraba Chaeyoung, Mina, Tzuyu y Shuhua esperando por ambos en la camioneta de la primera. —Maldición, vamos a llegar tarde si no dejan las despedidas ¡Ni siquiera salimos del país! —Apretó con fuerza el claxon, haciéndolo sonar en alto, recibió un golpe en su brazo por parte de su esposa.

—Son Chaeyoung, déjalos que tengan su tiempo, saben lo unidos que son.

—Mi vida entera, lo sé, pero tenemos un vuelo que tomar y no estamos ni relativamente cerca del aeropuerto. —Tomo la mano de su esposa para dejar leves besos en el dorso. —Así que perdón pero...—Salió del auto, parándose en la acera. —... ¡KIM DAHYUN SAL AHORA O TE VOY A DEJAR PARA QUE VAYAS SOLA!

Abrió la puerta, viendo a sus amigas saludar desde el auto y a la alfa con cara de perro parada en la acera. —Hola Chaeyoung ¿Me ayudas con mis maletas? Gracias, eres la mejor. —Dejo estas delante de la chica para subir a los asientos detrás de Tzuyu y Shuhua. —Hola chicas.