Capitulo 4: Primera Visita Al Bosque Prohibido

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Estábamos frente al bosque. Aun no habíamos entrado por completo.

-¿Quién será el primero en entrar?- pregunté mirando hacia la copa de los árboles.

-Tú.- respondieron Albus y Scorpius a la vez.

-Wow, que caballerosos.- respondí sarcásticamente.

Di un pequeño paso hacia al frente. No sucedió nada, y seguí caminando. Paré al no escuchar pasos detrás de mí. Me giré y me crucé de brazos.

-¿Qué esperan?- pregunté a los chicos. Los dos se miraron por un segundo. El primero que entró fue Albus.

Scorpius se quedó en donde estaba. Rodé los ojos.

-Papá nos dijo que habían muchas criaturas allí adentro.- dijo nerviosamente.

-Si no quieres venir, de acuerdo. Vamos Albus.- dije y comencé a caminar. Alejándome de mi hermano y adentrándome más al Bosque Prohibido. Albus también comenzó a caminar, Scorpius después decidió venir.

El bosque en el día no era nada aterrador. Lo único que se veían eran arboles por todos lados. Ramas y hojas en el suelo. La luz se adentraba al Bosque fácilmente. Pude ver algunas pequeñas criaturas revoloteando por ahí, pero nada de que temer. No tenía ni idea de porque el bosque estaba restringido, si no había nada que nos lastimara ni asustará. Todo estaba bien hasta que un toque en mi hombro me hizo girar, y pude ver un tronco caído. Mire al rededor y no solo había uno, sino varios. Parecía que una enorme criatura hubiese estado por aquí cerca hace poco.

De la nada la potente luz que alumbraba el bosque se apagó, y lo que veía en el suelo era como una enorme sombra. Confundida por el silencio y la oscuridad levanté mi vista y no pude evitar gritar junto a Albus y Scorpius. Justo detrás de nosotros había lo que parecía un humano enorme. Al ver su rostro mientras seguía gritando pude notar que tenía características femeninas. Una gigante.

-¡CORRAN!- gritó Scorpius y salió corriendo rápidamente. Albus no lo pensó dos veces y también corrió.

No esperé más y salí corriendo hacia la misma dirección que mi hermano y Albus. Escuché un fuerte rugido a mi espalda y al sentir que brincaba en el aire mientras corría supe que la gigante nos estaba siguiendo. Grité fuertemente al sentir como se acercaba. Scorpius también gritó, pero este gritó como una chica. Cosa que no pude evitar reírme mientras corría, pero al estar riendo tropecé con una rama de un árbol. Caí y me di fuertemente en el rostro. Gruñí de dolor.

-AHRGGG, SCORPIUS.- grité al sentir como una enorme mano me alzaba por los aires.

La gigante me puso frente a ella mientras que yo seguía gritando e intentando soltarme de su agarré. Parré de moverme y gritar al ver como me miraba la gigante. Esta me miraba con el ceño fruncido.

-Bájame.- grité y volví a moverme. Mala idea, su agarré se hizo más fuerte.

La gigante seguía mirándome extrañamente mientras se sentaba en el suelo.

-Yo. May.- dijo pausadamente dejándome muy confundida y a la vez asustada. -Yo. May.- volvió a decir señalándose con la otra mano. ¿Acaso la gigante me estaba diciendo su nombre?

-Harriet.- dije lentamente y señalé mi pecho.

La gigante rió y me aguanté las ganas de vomitar. Su aliento era horrible. Giré mi cabeza desesperada en busca de Scorpius y Albus, pero no había señales de ellos. Esos idiotas me habían dejado.

Harriet Malfoy (Harry Potter) (3ra Generación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora