Capítulo 11: ¿Uh?

79 8 3
                                    

TESSA

Damond estaba aquí, estaba sentado frente a mí con la mirada seria pero a la vez nerviosa, eso no era bueno, no sabía lo que me iba a decir pero tenía el presentimiento de que no sería nada bueno.

A pesar de que él era el que iba a hablar yo era la que jugaba nerviosamente con sus dedos, era odioso tener que esperar, pero no podía apresurar las cosas. Me miraba con lástima, como si supiera algo triste de lo que yo no estaba enterada y en ese momento solo pude recordar algo... Dylan...

-¿Dónde está Dylan?- pregunté observando cómo su mandíbula se tensaba inmediatamente, casi al instante aclaré mi pregunta -Me refiero a que contestaste su celular y... bueno me imagino que te dijo qué era esa cosa tan importante que tenía que hacer en la tarde...-

Damond miró al suelo y solo en ese instante me di cuenta de lo delgado que estaba, no delgado como si estuviera haciendo ejercicio, delgado del tipo enfermizo, como si hubiera pasado semanas sin comer. También estaba bastante pálido y las bolsas debajo de sus ojos demostraban que había tenido problemas para dormir. Y sin embargo, a pesar de que estaba en un estado deplorable, se veía con juguetón como siempre, serio pero juguetón, y bastante bien en su típica chaqueta y su jeans...

-No es que me agrade ese idiota... Y en serio no quiero ni pensar en ese maldito... Mucho menos que tú pienses en él... No tienes idea de lo mucho que me molesta- rechinó los dientes y apretó los puños.

Lo mire confundida.

-Lo sé, debo explicarte muchas cosas que estoy seguro que Harrys no te explicará ni piensa explicarte... Pero bueno, supongo que por una vez en mi vida me repugna seguir mintiendo...- Levantó la mirada y nuevamente me sentí sin la capacidad de respirar.

-No entiendo... ¿Qué pasa?...- Pregunté no estando segura si en serio quería conocer la respuesta.

Era extraño, Damond me agradaba más de lo que debería, teniendo en cuenta que me había dejado plantada después de prometer que no lo haría. Había desparecido semanas y no me había dicho nada, sobre todo teniendo en cuenta que era su tutora de química y tenía que prepararlo para los exámenes... Éramos amigos, nada más, me había ilusionado y debido a eso, había perdido mi confianza... Precisamente por eso era extraño verlo tan concentrado y preocupado por mi reacción... ¿No se supone que no le importo?... ¿No era esa la razón por la cual me había dejado sola en un pasillo frío en la noche?

-No tienes que decirme si no quieres...- dije colocando una mano en su hombro obligándolo a levantar la mirada -Solo quiero saber, ¿por qué me dejaste sola en el pasillo?-

Intenté hacer la pregunta en un tono normal, pero mi voz se quebró al instante.

-Yo...- soltó un suspiro pesado y me miró con culpa -No me vas a creer...-

-Inténtalo... tengo la mente bastante abierta- pronuncié las palabras con extremo cuidado, esta vez segura de querer saber qué pasaba.

-¿En serio?- preguntó y yo asentí...- Bueno... Te dejé sola en el pasillo porque antes de verte me secuestraron, me ataron me taparon la boca, me atragantaron con agua bendita y me encerraron en un calabozo... Suena estúpido si te lo digo así... Pero ese un resumen bastante acertado.-

Lo dijo de una manera tan seria que casi creí que era verdad.


DAMOND

¿Acaso estaba demente? Me había vuelto completamente loco, no había manera alguna de que fuera a creerme... Era ridículo, completamente jodido... Yo estaba jodido. Por consecuencia también estaba terriblemente estrenado, preocupado y enojado, tanto que quería volver sobre mis pasos y volver a sacarle la mierda a la cara de Dylan. No deseaba de ninguna manera tener que soltar la verdad sobre nada de lo que realmente estaba pasando, no quería que Tessa se enterara de la verdad y que me considerara un monstruo, alguien malo... Yo ya sabía mi lugar en esta guerra y no quería que la única persona que tenía esperanza en mí se apartara... Era bueno que alguien tuviese en cuenta la posibilidad de ser bueno... aunque creo que me odiaba a sobremanera ahora mismo.
La miré a los ojos y casi suelto un suspiro de asombro, esa mirada... Ese color... Hacía justicia a su apellido... No eran de un color gris normal, no, era de un plateado intenso, como la mismísima plata fundida.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 29, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Maldiciendo el DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora